Tras 90 minutos de desarrollo de personajes que no aporta demasiado y una búsqueda de química entre el super equipo que nos toca, la película se hace disfrutable y el último acto se siente tan épico como debería haber sido el conjunto.
Una aceptable adaptación de los Power Rangers al cine que es lenta durante la mayor parte del metraje, pero cuando llega a lo que realmente quiere ser, se nota y se agradece.
El sonido es aceptable, pero solo destaca la bso del material original, el resto es bastante estándar.
En lo técnico está bien ejecutada, aunque no es tan ambiciosa como podría haber sido.
La canción del poder sonando es muy acertada.
Las interpretaciones no hacen nada mejor que cumplir con un nivel decente, pero la cinta en si iba a la deriva con poca esperanza de ser algo de una calidad buena como producto hasta que el acto final llega para salvar a todo el metraje con un clímax bastante bueno.
La villana está bien presentada, aunque no deja de ser el ser ultrapoderoso de turno, pero es entretenida en pantalla aunque no se llegue a lograr salir de los estándares.
En general, es una película que comete los grandes errores de una película de origen en que se pierde mucho tiempo, se le quita la mayoría del metraje a la acción prometida para contar tramas que nadie quiere ver realmente, se cerca demasiado en las bases de algo que realmente no necesita tantas bases ni dedicar tanto tiempo al inicio de un camino del héroe, se llega incluso a perder interés por momentos... pero tras cometer múltiples errores de película superheroica de origen típica, logra solucionarlos para que el producto generalmente satisfaga más o menos y el resultado final sea aceptable a pesar de haber derrochado metraje en comerse algunos baches. El acto final satisface de forma más o menos adecuada, aunque no es suficiente para llevar la propuesta a un nivel tan alto como al que debería la película.