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Voto de Messer E Vork:
7
7.3
15,996
Western. Bélico
George Custer (Errol Flynn) llega a la Academia de West Point lleno de arrogancia y vanidad. Aunque su carácter indisciplinado le ocasionará numerosos problemas con sus superiores, debido a la acuciante necesidad de oficiales para la Guerra de Secesión (1861-1865), es enviado al frente. Terminada la guerra, se casa con Beth (Olivia de Havilland), pero pronto le asignan un nuevo destino: la guerra contra los indios. Al frente del Séptimo ... [+]
27 de noviembre de 2010
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como película, nada que objetar, está bien rodada, cuenta una historia con pies y cabeza, es sumamente entretenida y, si te gustan las batallas, tiene una de las mejores que he visto.
Ahora bien, los anglosajones y derivados son los maestros del arte de convertir derrotas en victorias y a personajes mediocres o directamente despreciables en héroes por antonomasia.
George Armstrong Custer fue un militar poco imaginativo, que llegó a general en el contexto de la guerra civil a base de seguir la estrategia de la machaconería (en la película se muestra su modus operandi cuando ataca cuatro veces con cuatro destacamentos distintos una misma posición hasta conquistarla... un gran estratega no era, vamos) y le duró el generalato lo que un caramelo en la puerta de un colegio por indisciplinado. Por suerte, el general Sherman le tenía mucho aprecio y siempre estuvo ahí para sacarle las castañas del fuego, como cuando lo repescó como coronel y lo envió a dirigir el Séptimo de Caballería o, cuando tras haber sido de nuevo apartado del servicio (por su fama de ser excesivamente severo con sus hombres y de fusilarlos ipso facto si desertaban, amén de por poner a parir al gobierno en cuanto le dieron un serio toque de atención por ello), lo volvió a poner al mando del Séptimo y lo envió a Little Bighorn. Ese hombre, que además no era precisamente un adonis y tenía cara de mala leche, se convierte por obra y gracia de Hollywood en un dandy heórico y caballeroso (algo chuleta y metepatas en algunos tramos de la cinta, pero un héroe al fin y al cabo).
(en spoiler, la verdadera historia del general Custer)
______________
Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/
Ahora bien, los anglosajones y derivados son los maestros del arte de convertir derrotas en victorias y a personajes mediocres o directamente despreciables en héroes por antonomasia.
George Armstrong Custer fue un militar poco imaginativo, que llegó a general en el contexto de la guerra civil a base de seguir la estrategia de la machaconería (en la película se muestra su modus operandi cuando ataca cuatro veces con cuatro destacamentos distintos una misma posición hasta conquistarla... un gran estratega no era, vamos) y le duró el generalato lo que un caramelo en la puerta de un colegio por indisciplinado. Por suerte, el general Sherman le tenía mucho aprecio y siempre estuvo ahí para sacarle las castañas del fuego, como cuando lo repescó como coronel y lo envió a dirigir el Séptimo de Caballería o, cuando tras haber sido de nuevo apartado del servicio (por su fama de ser excesivamente severo con sus hombres y de fusilarlos ipso facto si desertaban, amén de por poner a parir al gobierno en cuanto le dieron un serio toque de atención por ello), lo volvió a poner al mando del Séptimo y lo envió a Little Bighorn. Ese hombre, que además no era precisamente un adonis y tenía cara de mala leche, se convierte por obra y gracia de Hollywood en un dandy heórico y caballeroso (algo chuleta y metepatas en algunos tramos de la cinta, pero un héroe al fin y al cabo).
(en spoiler, la verdadera historia del general Custer)
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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Otro punto en el que la historia y el guión difieren es en el tramo final de la cinta. Aquí Custer se transforma en un mártir que se inmola con sus 600 hombres para darle tiempo al gobierno a reaccionar ante la amenaza de los 6000 guerreros indios de Caballo Loco (¿a nadie le suena esto a El Álamo?). En realidad, no eran 6000 indios sino 2500 y el gobierno ya tenía un plan de acción para vencerlos: tres ejércitos, cada uno de dos mil soldados, iban a ir a Little Bighorn a atacar el campamento indio por tres flancos. Custer fue enviado un día antes, con órdenes de vigilar el gran campamento indio, esperar a que llegaran los tres ejércitos y luego quedarse en retaguardia para cazar a los indios que huyeran. En resumen, era simplemente la avanzadilla, un actor secundario en la gran función que se avecinaba.
Pero Custer, que tenía ambiciones políticas, pensó estúpidamente que podría vencer a todo el ejército indio él sólo y convertirse en un héroe de guerra (hasta ese momento, su única acción relevante contra los indios había sido atacar por sorpresa y exterminar a una tribu donde la mayoría eran mujeres, niños y ancianos).
No debía tener a los indios en muy alta estima, porque para creer que con 600 iba a poder con 2500... tela. De entrada fue una locura y más locura fue dividir su regimiento, asumiendo los planes de sus superiores. Él, con 210 soldados, atacó a los indios por un flanco, mientras sus dos subordinados, Reno y Benteen, hacían lo propio con un número similar de hombres por los otros flancos. Es decir, hacer con 600 soldados una operación para la que el alto mando había estimado necesarios 6000. Como era de esperar, Reno y Benteen pasaron de atacar a huir a toda leche en menos que canta un gallo, perseguidos por cientos de indios. Al menos tuvieron más suerte que Custer. Los indios le tenían ganas a "Cabello Amarillo" y dedicaron a casi todos los guerreros a rodearlo, evitando que pudiera escapar. En menos de media hora, Custer y su tropa eran pasto de los buitres.
Moría el hombre y nacía el héroe.
Pero Custer, que tenía ambiciones políticas, pensó estúpidamente que podría vencer a todo el ejército indio él sólo y convertirse en un héroe de guerra (hasta ese momento, su única acción relevante contra los indios había sido atacar por sorpresa y exterminar a una tribu donde la mayoría eran mujeres, niños y ancianos).
No debía tener a los indios en muy alta estima, porque para creer que con 600 iba a poder con 2500... tela. De entrada fue una locura y más locura fue dividir su regimiento, asumiendo los planes de sus superiores. Él, con 210 soldados, atacó a los indios por un flanco, mientras sus dos subordinados, Reno y Benteen, hacían lo propio con un número similar de hombres por los otros flancos. Es decir, hacer con 600 soldados una operación para la que el alto mando había estimado necesarios 6000. Como era de esperar, Reno y Benteen pasaron de atacar a huir a toda leche en menos que canta un gallo, perseguidos por cientos de indios. Al menos tuvieron más suerte que Custer. Los indios le tenían ganas a "Cabello Amarillo" y dedicaron a casi todos los guerreros a rodearlo, evitando que pudiera escapar. En menos de media hora, Custer y su tropa eran pasto de los buitres.
Moría el hombre y nacía el héroe.