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Voto de juanantlopez:
7

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7
6.4
13,615
Terror. Drama
Owen es un niño triste (Kodi Smit-McPhee), maltratado por sus compañeros de clase y abandonado por sus padres divorciados; sin embargo, algo cambiará en su solitaria vida cuando conozca a Abby (Chloe Moretz), una nueva y misteriosa vecina, que vive con su silencioso padre (Richard Jenkins), y con quien entablará una particular amistad. Remake norteamericano de la celebrada película sueca "Déjame entrar" ("Let The Right One In"). (FILMAFFINITY) [+]
19 de diciembre de 2011
19 de diciembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Déjame entrar, en versión sueca y versión USA, es la muestra perfecta de cómo contar una misma historia de dos maneras diferentes. De cómo la mirada y el enfoque son cruciales a la hora de abordar una narración. De cómo las imágenes transpiran poesía en una versión, y de cómo en la otra se da más peso a la narración pura.
Con todo, no quiero que parezca que la versión USA de Déjame entrar es otro sacacuartos sin alma. Ni mucho menos. La versión de Matt Reeves es correcta y captura la esencia del original en algunos momentos, pero no puede superar la belleza poética que rezumaba cada plano de la película de Tomas Alfredson. Reeves se esfuerza y demuestra pericia tras la cámara, además de respeto por el original, pero no aporta nada nuevo a la historia narrada.
Esta versión USA sigue paso a paso, narrativamente hablando, a la película sueca, pero con un punto de vista más prosaico, más centrado en los hechos que en los sentimientos. Seguimos estando ante una turbia historia de terror con unos personajes muy elaborados (y muy bien interpretados por Kodi Smit-McPhee y Chloe Moretz, dos jóvenes talentos muy a tener en cuenta en el futuro), pero Reeves no arriesga más que lo justo -aunque en los primeros compases pueda parecer lo contrario- y se queda un poco en la epidermis de la historia.
Yo diría que Reeves ha rodado esta película para un público que ignora la existencia de la versión sueca. Si comparamos las dos películas, Reeves sale perdiendo, pero no por tanto como cabría esperar. Déjame entrar (versión USA) merece un visionado porque, a pesar de su condición de remake, demuestra talento y no es lo típico del cine de terror comercial. Pero no puede romper moldes. Eso ya lo hizo Alfredson.
Con todo, no quiero que parezca que la versión USA de Déjame entrar es otro sacacuartos sin alma. Ni mucho menos. La versión de Matt Reeves es correcta y captura la esencia del original en algunos momentos, pero no puede superar la belleza poética que rezumaba cada plano de la película de Tomas Alfredson. Reeves se esfuerza y demuestra pericia tras la cámara, además de respeto por el original, pero no aporta nada nuevo a la historia narrada.
Esta versión USA sigue paso a paso, narrativamente hablando, a la película sueca, pero con un punto de vista más prosaico, más centrado en los hechos que en los sentimientos. Seguimos estando ante una turbia historia de terror con unos personajes muy elaborados (y muy bien interpretados por Kodi Smit-McPhee y Chloe Moretz, dos jóvenes talentos muy a tener en cuenta en el futuro), pero Reeves no arriesga más que lo justo -aunque en los primeros compases pueda parecer lo contrario- y se queda un poco en la epidermis de la historia.
Yo diría que Reeves ha rodado esta película para un público que ignora la existencia de la versión sueca. Si comparamos las dos películas, Reeves sale perdiendo, pero no por tanto como cabría esperar. Déjame entrar (versión USA) merece un visionado porque, a pesar de su condición de remake, demuestra talento y no es lo típico del cine de terror comercial. Pero no puede romper moldes. Eso ya lo hizo Alfredson.