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Voto de Klaatu Barada Nikto:
7
7.2
51,408
Drama
'Bohemian Rhapsody' es una celebración del grupo Queen, de su música y de su singular cantante Freddie Mercury, que desafió estereotipos para convertirse en uno de los showmans más queridos del mundo. El film plasma el meteórico ascenso de la banda al olimpo de la música a través de sus icónicas canciones y su revolucionario sonido, su crisis cuando el estilo de vida de Mercury estuvo fuera de control, y su triunfal reunión en la ... [+]
4 de noviembre de 2018
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras leer algunas de las críticas profesionales, compruebo que muchos acusan a este largometraje (ciertamente demasiado largo) de perder la oportunidad de llegar al fondo del personaje de Freddie Mercury. Incluso hay alguna crítica que la tacha de “...superficial y sin sexo”. Por lo visto, si se aborda la vida de una estrella del rock abiertamente gay, es imprescindible mostrar escenas de sexo explícito, para que nos quede todo muy claro.
Esa era precisamente la visión de Sacha Baron Cohen, el actor que durante gran parte de la preproducción de la película parecía llamado a interpretar el papel de Freddie Mercury, bajo la dirección de Stephen Frears. El actor, que estuvo vinculado al proyecto durante años, acabó por abandonarlo por diferencias creativas con el resto de integrantes de Queen. Según declaraciones del propio Frears, el actor “pretendía hacer una película escandalosa en lo referente a su homosexualidad, y escandalosa por la abundancia de interminables escenas de desnudos. A Sacha le encantaba eso”.
Frears también acabó abandonando el film. La película se hizo bajo la dirección de Bryan Singer, y fue el actor Rami Malek quién interpretó a Mercury. Es imposible saber como hubiera sido el Freddie Mercury de Cohen, pero seguro que muy distinto. No obstante, una vez vista la cinta, me cuesta imaginar una interpretación que pudiera superar a la de Malek. Y lo mismo digo del resto del reparto, puesto que todos los miembros de la banda están perfectamente interpretados, por no hablar de los sorprendentes parecidos físicos.
A menos de 3 semanas del final del rodaje, FOX despidió a Bryan Singer, por “dejación de funciones”según la versión oficial, al ausentarse del set durante varios días, aunque el director adujo motivos familiares y de salud. Al parecer, también tuvo “diferencias creativas” con algunos miembros del reparto, especialmente con Rami Malek. Finalmente, Dexter Fletcher se hizo cargo de la dirección, acabando la película, aunque su nombre ni siquiera aparece en los créditos.
Con tantos cambios de rumbo, diferencias creativas, abandonos, despidos… cabría esperar una película un tanto episódica, algo inconexa, y sin demasiada profundidad. Algo de eso hay. Pero, pese a todo, el conjunto se deja llevar por el hilo conductor de la música de Queen, y se desenvuelve con relativa fluidez y linealidad como un biopic convencional, hasta desembocar en un clímax apoteósico. Y francamente, tanto el trayecto que hay que recorrer, como el destino, merecen la pena.
Esa era precisamente la visión de Sacha Baron Cohen, el actor que durante gran parte de la preproducción de la película parecía llamado a interpretar el papel de Freddie Mercury, bajo la dirección de Stephen Frears. El actor, que estuvo vinculado al proyecto durante años, acabó por abandonarlo por diferencias creativas con el resto de integrantes de Queen. Según declaraciones del propio Frears, el actor “pretendía hacer una película escandalosa en lo referente a su homosexualidad, y escandalosa por la abundancia de interminables escenas de desnudos. A Sacha le encantaba eso”.
Frears también acabó abandonando el film. La película se hizo bajo la dirección de Bryan Singer, y fue el actor Rami Malek quién interpretó a Mercury. Es imposible saber como hubiera sido el Freddie Mercury de Cohen, pero seguro que muy distinto. No obstante, una vez vista la cinta, me cuesta imaginar una interpretación que pudiera superar a la de Malek. Y lo mismo digo del resto del reparto, puesto que todos los miembros de la banda están perfectamente interpretados, por no hablar de los sorprendentes parecidos físicos.
A menos de 3 semanas del final del rodaje, FOX despidió a Bryan Singer, por “dejación de funciones”según la versión oficial, al ausentarse del set durante varios días, aunque el director adujo motivos familiares y de salud. Al parecer, también tuvo “diferencias creativas” con algunos miembros del reparto, especialmente con Rami Malek. Finalmente, Dexter Fletcher se hizo cargo de la dirección, acabando la película, aunque su nombre ni siquiera aparece en los créditos.
Con tantos cambios de rumbo, diferencias creativas, abandonos, despidos… cabría esperar una película un tanto episódica, algo inconexa, y sin demasiada profundidad. Algo de eso hay. Pero, pese a todo, el conjunto se deja llevar por el hilo conductor de la música de Queen, y se desenvuelve con relativa fluidez y linealidad como un biopic convencional, hasta desembocar en un clímax apoteósico. Y francamente, tanto el trayecto que hay que recorrer, como el destino, merecen la pena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película comienza en 1970, cuando Freddie Mercury se une a la banda, y acaba en el concierto Live Aid. celebrado el 13 de julio de 1985 en el Estadio de Wembley. De hecho, la escena final de la película recrea con gran exactitud la actuación de la banda en dicho concierto. La elección de este concierto como colofón de la película no es casualidad. Es la guinda perfecta al pastel. No en vano, esta actuación de Queen fue escogida en 2005 como el mejor concierto de la historia del rock, durante la exposición celebrada en las galerías Proud de Carden, en Londres, obteniendo una inmensa mayoría de los votos (79% del total.)
Tal como ya he mencionado, es cierto que la película no traspasa la epidermis de la historia, evitando adentrarse en terrenos narrativamente complicados, como la homosexualidad, las drogas, la egolatría, el SIDA… Y parece que esto obedece a una intencionalidad manifiesta de los miembros de la banda, que querían preservar la imagen de Queen, que a fin de cuentas es la que les sigue dando de comer (y mucho más que eso.)
Además, tal como ya han señalado muy acertadamente otras críticas antes que la mía, hay diversos errores e imprecisiones en la película, que solo los fans más incondicionales habrán detectado: canciones que suenan antes de su año de publicación, looks de los protagonistas anacrónicos, etc... Todos estos pueden ser errores asumibles. Sin embargo hay un personaje erróneo, que parece hecho con evidente intencionalidad. Se trata del papel interpretado por Mike Myers (prácticamente irreconocible) que interpreta a Ray Foster, un ejecutivo del sello discográfico EMI. El personaje es ficticio, o como mucho, puede estar inspirado en el jefe de EMI por aquella época, Roy Featherstone. Pero, a diferencia de Foster en la película, Featherstone era un admirador de Queen. Al parecer si es cierto que se quejó de que el tema "Bohemian Rhapsody" era demasiado largo para ser lanzado como un single radiofónico. En cambio, no existió un enfrentamiento entre la banda y el directivo que llevase a la ruptura con EMI, como se sugiere en la película. De hecho, tras la publicación del álbum “A Night at the Opera” en 1975, bajo el sello Parlophone (propiedad de EMI), Queen siguió publicando los 6 álbumes siguientes bajo el mismo sello, y otros 4 más hasta 1995, directamente bajo el sello de EMI.
Por lo tanto, cabe suponer que esa escena final en la que vemos al personaje de Ray Foster con semblante de frustración (por no decir cara de tonto), mientras el grupo al que supuestamente desechó triunfa en Wembley y se encumbra dando “el mejor concierto de rock de la historia”, más bien obedece a un intento de mostrarnos el triunfo del rock, imponiéndose a la mercantilización y la dictadura de los sellos discográficos.
Lamentablemente la realidad es que hoy en día la música ha sucumbido a la mercantilización. La creatividad y la originalidad han muerto, y ya no hay nadie que pueda recoger el testigo de aquellas grandes bandas, o que se atreva a alzar la voz contra la industria de la música, reclamando una identidad artística propia.
D.E.P. Freddie Mercury
Tal como ya he mencionado, es cierto que la película no traspasa la epidermis de la historia, evitando adentrarse en terrenos narrativamente complicados, como la homosexualidad, las drogas, la egolatría, el SIDA… Y parece que esto obedece a una intencionalidad manifiesta de los miembros de la banda, que querían preservar la imagen de Queen, que a fin de cuentas es la que les sigue dando de comer (y mucho más que eso.)
Además, tal como ya han señalado muy acertadamente otras críticas antes que la mía, hay diversos errores e imprecisiones en la película, que solo los fans más incondicionales habrán detectado: canciones que suenan antes de su año de publicación, looks de los protagonistas anacrónicos, etc... Todos estos pueden ser errores asumibles. Sin embargo hay un personaje erróneo, que parece hecho con evidente intencionalidad. Se trata del papel interpretado por Mike Myers (prácticamente irreconocible) que interpreta a Ray Foster, un ejecutivo del sello discográfico EMI. El personaje es ficticio, o como mucho, puede estar inspirado en el jefe de EMI por aquella época, Roy Featherstone. Pero, a diferencia de Foster en la película, Featherstone era un admirador de Queen. Al parecer si es cierto que se quejó de que el tema "Bohemian Rhapsody" era demasiado largo para ser lanzado como un single radiofónico. En cambio, no existió un enfrentamiento entre la banda y el directivo que llevase a la ruptura con EMI, como se sugiere en la película. De hecho, tras la publicación del álbum “A Night at the Opera” en 1975, bajo el sello Parlophone (propiedad de EMI), Queen siguió publicando los 6 álbumes siguientes bajo el mismo sello, y otros 4 más hasta 1995, directamente bajo el sello de EMI.
Por lo tanto, cabe suponer que esa escena final en la que vemos al personaje de Ray Foster con semblante de frustración (por no decir cara de tonto), mientras el grupo al que supuestamente desechó triunfa en Wembley y se encumbra dando “el mejor concierto de rock de la historia”, más bien obedece a un intento de mostrarnos el triunfo del rock, imponiéndose a la mercantilización y la dictadura de los sellos discográficos.
Lamentablemente la realidad es que hoy en día la música ha sucumbido a la mercantilización. La creatividad y la originalidad han muerto, y ya no hay nadie que pueda recoger el testigo de aquellas grandes bandas, o que se atreva a alzar la voz contra la industria de la música, reclamando una identidad artística propia.
D.E.P. Freddie Mercury