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Serie de TV. Documental
Documental sobre los últimos años del reinado de Juan Carlos I, Según HBO, "una fascinante historia de espías, conspiraciones y pactos de silencio, en la que, según cuentan los expertos entrevistados, toda la maquinaria del Estado se afana por proteger al rey emérito de sus propios actos y ocultar sus escándalos".
14 de febrero de 2023
14 de febrero de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más allá del poder escuchar algunos audios que, al menos la mayoría de los mortales, antes no habíamos escuchado, lo cierto es que este documental no pasa de un producto televisivo de tercer nivel, plagado de efectos visuales propios de la caja tonta, pero alejados del rigor y la emoción que un buen documental debe contener.
Testimonios de periodistas engolados que no cuentan nada nuevo y la triste sensación -por no decir certeza- de que tanto poderes públicos como medios de comunicación han manejado a su antojo la supuesta información delicada sobre el consentido truhan que, en el mejor de los casos, ocultaban sin vergüenza ni remordimiento alguno. Ya sabíamos que en este nuestro suelo patrio el periodismo (seamos generosos con el calificativo) es de muy baja calidad, una actividad tan falta de ética como de profesionalidad. Porque el poder político tiene -y debe- que moverse a veces en aguas turbias, pero no deja de ser un poder limitado, vigilado y legítimo (si democrático), pero el periodismo es un poder sin tutela ni vigilancia alguna que hace de su capa un sayo.
Testimonios de periodistas engolados que no cuentan nada nuevo y la triste sensación -por no decir certeza- de que tanto poderes públicos como medios de comunicación han manejado a su antojo la supuesta información delicada sobre el consentido truhan que, en el mejor de los casos, ocultaban sin vergüenza ni remordimiento alguno. Ya sabíamos que en este nuestro suelo patrio el periodismo (seamos generosos con el calificativo) es de muy baja calidad, una actividad tan falta de ética como de profesionalidad. Porque el poder político tiene -y debe- que moverse a veces en aguas turbias, pero no deja de ser un poder limitado, vigilado y legítimo (si democrático), pero el periodismo es un poder sin tutela ni vigilancia alguna que hace de su capa un sayo.