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Voto de Javi McClane:
6
Serie de TV. Fantástico. Acción Serie de TV (2019-). 3 temporadas. 30 episodios. Narra la vida de los miembros separados de una familia de superhéroes -Monocle, Spaceboy, Kraken, Rumor, Séance, Number Five, Horror y White Violin-, quienes trabajan juntos para resolver la misteriosa muerte de su padre mientras se enfrentan juntos a numerosos conflictos debido a sus muy diferentes personalidades y habilidades.​

3 de agosto de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace un tiempo llegó a Netflix esta adaptación de un cómic (que no conocía) sobre una familia con superpoderes, los cuales deben evitar el Apocalipsis. Mentiría si dijera que tuve algún interés en ella en su estreno, pero con la llegada de su segunda temporada me he animado, en base a algunas reseñas positivas y a que me apetecía ver algo de este estilo.

Lamentablemente, y aunque estamos ante una producción que se deja ver y entretiene dentro de lo que cabe, acaba siendo una serie más, que no aporta absolutamente nada al género de los superhéroes (es más, bebe de demasiadas fuentes, brillando la originalidad por su ausencia) y que decepciona, al desperdiciar una serie de elementos que la habrían equiparado a series infinitamente más logradas (y no, no me refiero a la similar e inferior Doom Patrol, que abandoné por fallida).

Todo comienza de forma estupenda, con un más que correcto primer episodio que deja con ganas de más y un segundo capítulo con un inicio épico y que justificaría el visionado si no fuera porque todo se desinfla mucho antes de lo deseado. Y es que el problema principal de la serie es que no sabe realmente qué quiere ser, si una comedia (así la han vendido), un drama de superhéroes, ciencia ficción o un clon de X-Men con su propio sello de identidad, quedando finalmente todo en tierra de nadie, siendo un producto caótico y del montón, que podría haber dado mucho más de sí, y al que le falta mala baba y desvergüenza, siendo más seria (y, por lo tanto, sosa) de lo esperado.

Técnicamente la serie luce bien, notándose el generoso presupuesto, en especial en el personaje de Pogo, pero hay efectos que no están a la altura (desde explosiones, hasta los poderes de algún personaje en concreto o cierto momento tétrico...) y al final cabe admitir que no hay nada que la haga destacar visualmente.

Que nadie espere grandes escenas de acción, ya que se pueden contar con los dedos de una mano las secuencias de lucha y tiroteos (curiosamente casi todas están en los dos primeros episodios...), y ninguna impresiona, preocupándose la serie más en el desarrollo de personajes que no en ofrecer un espectáculo entretenido y desenfadado.

El clímax tampoco está a la altura, todo sea dicho. No obstante, el veredicto final en este apartado sería el de correcto, que nunca está de más, pero también es cierto que se echa en falta más acción y la propuesta puede llegar a provocar el bostezo en más de un incauto espectador. 

Por otro lado, hablamos de diez episodios de casi una hora de duración cada uno (el gran mal de las series actuales...), cuando podrían haberlo dejado en seis que no hubiese sucedido nada, es más, se habría ganado en ritmo y se habrían centrado en lo realmente importante, ya que sobran personajes y tramas.

Y es que se nota el relleno, ya que hay tramas metidas con calzador (como la de los agentes o el enamoramiento de uno de ellos) y otras que no acaban de funcionar (la trama de Vanya, que produce hastío y aburre) que ralentizan el devenir de los acontecimientos, restando minutos a asuntos que sí nos importan y dejándonos la sensación de que esto ya lo hemos visto en infinidad de series (descubrimiento y posterior control de poderes incluido...), pero en aquéllas todo estaba mucho mejor desarrollado.

Los personajes no fascinan ni atrapan (sin contar dos excepciones que comentaremos a continuación), siendo los protagonistas algo insulsos y donde ni siquiera los secundarios (los dos agentes) o el villano (que acaba siendo uno más y aporta bien poco al conjunto) ofrecen nada destacable, por mucho que se pretenda. 

Ni siquiera los poderes de los personajes principales están a la altura de las circunstancias, siendo algunos bastante ridículos e inservibles, aunque se agradece que uno de ellos lo confiese en cierto episodio, dejando la sensación de que estamos ante una academia que haría mearse de risa a cualquier otra de la misma índole. No obstante, entiendo que en este apartado se ha respetado el material original, aunque lo de original sea decir demasiado...

Respecto al reparto, todos cumplen en mayor o menor medida, destacando a una excesivamente comedida Ellen Page, la cual ofrece una interpretación muy apagada por exigencias del guion (tiene el personaje más plano y menos interesante), desaprovechando por completo el desparpajo del que ha hecho gala la actriz en otras producciones.

Pero si hay dos actores (y personajes) que se llevan la palma, esos son Aidan Gallagher (que interpreta a Cinco) y Robert Sheehan (que interpreta a Klaus), sobre todo este último. Ambos están fabulosos e impecables, devorando al resto de compañeros de reparto sin miramiento alguno, hasta el punto de que, cuando desaparecen de escena, la serie deja de tener interés. Sin ellos estaríamos hablando de una serie floja y prescindible. Gracias a su labor se queda en algo correcto.

Y poco más se puede decir de una propuesta que lo tenía todo para destacar pero se acaba quedando en algo fallido e insustancial que, sin ser una absoluta pérdida de tiempo, la verdad es que cuesta recomendar. La verdad es que es una lástima que no hayan tenido las ideas más claras y hayan sabido mantener el nivel de sus dos primeros episodios. Ahora hasta me da bastante pereza la segunda temporada, pero supongo que caeré con todo el equipo. Veremos...

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Javi McClane
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