Las prendas que nos marcaron (Worn Stories) es la nueva serie documental cortesía de Netflix, en la que se nos cuenta la vida de una serie de personas y su amor por ciertas prendas. Mentiría si dijese que tenía intención alguna de verla (hay demasiada oferta…), pero las críticas tan positivas me han convencido. Una vez vista, no se le pueden negar sus buenas intenciones, pero finalmente acaba siendo otra propuesta del montón, la cual no ofrece nada nuevo y no tiene los suficientes elementos como para destacar frente al resto.

La serie se compone de ocho episodios de media hora cada uno, en los cuales se nos cuentan una serie de historias personales, algunas dramáticas, buscando la emotividad en todo momento, aunque se agradece que en algunos casos no se abandone el tono cómico y ameno del conjunto. Hay algunos personajes peculiares, cuyas historias interesan, pero otras no acaban de dar en el clavo, en unos capítulos que quizás pequen de demasiada duración (veinte minutos les habrían venido genial).

Se nota el corte simpático y desenfadado de la propuesta, pero como ya he indicado, vivimos en un mundo repleto de producciones, ya sean series o documentales (o ambas, como el caso que nos ocupa), y recomendar Las prendas que nos marcaron es harto complicado, a no ser que se busque un producto de estas características o te atraiga mucho el tema, pero no deja de ser una más. Eso sí, se agradecen propuestas tan bien intencionadas en tiempos como los que corren. Algo es algo.

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