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Voto de Meisser:
7
5.4
3,566
Romance. Drama
Año 1998. Isabel, estudiante de periodismo, se ve obligada a realizar sus prácticas en el diario de un pequeño pueblo costero gallego para terminar la carrera. Al llegar, quiere empezar cuanto antes a investigar, a demostrar todo lo que ha aprendido para convertirse en una auténtica periodista. Pero el puesto que le asignan es el último que ella esperaba: la escritura y gestión de las esquelas que llegan a la redacción. Pero esto, que ... [+]
6 de noviembre de 2023
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Si obviamos el acento andaluz de algunos personajes que parece hecho por una IA - ahora que está tan de moda-. Queda un largometraje bastante emotivo, al menos para los que somos de lágrima exigente y coraza difícil de saltar, pero que cuando empezamos no paramos. De llorar, digo. Gran parte de culpa es por la banda sonora junto a esos paisajes.
Qué bonitas las tierras bañadas por el imponente sol de verano, dorando las cepas y esperando a desnudar la vid en el momento justo para que ese caldo nos llene los sentidos y de paso nos ponga un poco tontorrones - qué jartá de empinar el codo-. Empolvarse hasta las rodillas de pasear por el campo y doblar el lomo, anhelando la fiesta del año, en el patio del patrón; a ronear se aprende. Y benditos bailes.
Ahora ya en serio: dejando de lado consideraciones morales y tópicos, como que tu mejor amigo - antiguo colega de farras de la urbe- se lie con la mujer de tu vida. Que hagas y dispongas como buen capataz en todo y en todos, hasta con la hermana pequeña, porque el noviete de juventud es un "mal partido". Por cierto, un aplauso para el suegro que huele lo que se cuece en el corazón de su hija.
Dejando de lado todo ese atrezo mejor o peor ubicado y/o justificado, se gesta entre viñedos un amor que no todos tienen la suerte de vivir. Ese amor que sin buscarlo se va posando en cada parte de tu ser, brota por cada poro de tu cuerpo en cada transpiración hasta dejarte sin aire. Ese amor en el que solo respiras si es con ella/él. ¿Y cómo dejarlo escapar?, ¿ y cómo salir indemne de eso? Pues naturalmente que no se puede, ay...
La medida del tiempo es subjetiva, no es lo mismo un minuto con el ser amado, que 6 meses sin él. O toda una vida... Todo lo que venga después de esa experiencia más allá de lo terrenal, se mide con desazón, y por supuesto con una vara de medida muy poco a la altura de lo que le precedió algún día. Porque bien sea en lo alto de un faro, en la playa de noche, en medio de un chaparrón veraniego, en la camioneta o en las largas hectáreas de viñedos, su amor formará parte de tí. Para siempre.
Qué bonitas las tierras bañadas por el imponente sol de verano, dorando las cepas y esperando a desnudar la vid en el momento justo para que ese caldo nos llene los sentidos y de paso nos ponga un poco tontorrones - qué jartá de empinar el codo-. Empolvarse hasta las rodillas de pasear por el campo y doblar el lomo, anhelando la fiesta del año, en el patio del patrón; a ronear se aprende. Y benditos bailes.
Ahora ya en serio: dejando de lado consideraciones morales y tópicos, como que tu mejor amigo - antiguo colega de farras de la urbe- se lie con la mujer de tu vida. Que hagas y dispongas como buen capataz en todo y en todos, hasta con la hermana pequeña, porque el noviete de juventud es un "mal partido". Por cierto, un aplauso para el suegro que huele lo que se cuece en el corazón de su hija.
Dejando de lado todo ese atrezo mejor o peor ubicado y/o justificado, se gesta entre viñedos un amor que no todos tienen la suerte de vivir. Ese amor que sin buscarlo se va posando en cada parte de tu ser, brota por cada poro de tu cuerpo en cada transpiración hasta dejarte sin aire. Ese amor en el que solo respiras si es con ella/él. ¿Y cómo dejarlo escapar?, ¿ y cómo salir indemne de eso? Pues naturalmente que no se puede, ay...
La medida del tiempo es subjetiva, no es lo mismo un minuto con el ser amado, que 6 meses sin él. O toda una vida... Todo lo que venga después de esa experiencia más allá de lo terrenal, se mide con desazón, y por supuesto con una vara de medida muy poco a la altura de lo que le precedió algún día. Porque bien sea en lo alto de un faro, en la playa de noche, en medio de un chaparrón veraniego, en la camioneta o en las largas hectáreas de viñedos, su amor formará parte de tí. Para siempre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De lo peor de no estar junto a ese "faro" de tu vida, no es no encontrar a alguien igual. Ni siquiera sentir que has podido experimentar el culmen de la porción de tarta de amor que te ha tocado en esta vida. Y ya después poco te toca. No. Lo peor es la pena por hacerle daño. Es la culpa por haberla mandado a la bodega que luego el desconsolado novio destrozaría en un venazo pirómano. Me quedo con esa frase que le dice el secuaz al señorito arquitecto, muy acertada, muy cruda. Muy desgarradora. No hay peor culpa que cargar con el daño que le has hecho a quien quieres.
Aunque ninguno de los 3 murió ese 15 de septiembre, les esperaría una vida consumidos por el dolor. El rencor. La culpabilidad. Se perderían en esa oscuridad, quizá. Y no volverían a levantar una copa de vino, bailar en la feria de Jeré, o sonreír levemente, sin que el monstruo del desasosiego asomara cerca de ellos... y es que amar , no debería de doler.
Ojalá fuera suficiente. Ojalá fuera diferente. Ojalá fuera tan fácil.
Aunque ninguno de los 3 murió ese 15 de septiembre, les esperaría una vida consumidos por el dolor. El rencor. La culpabilidad. Se perderían en esa oscuridad, quizá. Y no volverían a levantar una copa de vino, bailar en la feria de Jeré, o sonreír levemente, sin que el monstruo del desasosiego asomara cerca de ellos... y es que amar , no debería de doler.
Ojalá fuera suficiente. Ojalá fuera diferente. Ojalá fuera tan fácil.