Haz click aquí para copiar la URL
España España · Los Urrutias
You must be a loged user to know your affinity with Meisser
Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
9
15 de noviembre de 2023
41 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Termino de ver esta película en el cine y no sé dónde tengo el estómago, la rabia, la desazón, el miedo a ir a un pueblo remoto, la pena por el maltrato a los animales. O que, aún tirando de clichés, me ha revuelto como hacía tiempo que ninguna lo hacía.

Saliendo de la sala el primer comentario al respecto de la película que ha llegado a mis oídos por parte de alguien, que podría ser cualquiera, yo, incluso tú, ha sido corto, conciso y claro: me he sentido identificada con ella, inmersa en esa relación de dependencia. Pero la dependencia (mal gestionada y llevada un poco al extremo tan habitual en esta sociedad neurótica), no viene de la nada. Tiene un origen. Surge de algo: la carencia.

Nos relacionamos con el mundo según las carencias con las que partimos. Y que vamos sumando en nuestra mochila. Con las carencias incluso hacemos "negocio", pues yo sacio las tuyas y tú las mías. Aunque sea un ratito. Un contrato implícito que muchos llaman relación (y hasta traen nuevas vidas a este mundo, abanderados desde ese amor). Te doy huevos a cambio de verduras. Pero llevado al ámbito más personal; aquí no se trata de alimentar el cuerpo. Sino el alma. Y paliar la soledad. Esa, que tanto nos mata.

Y no solo Natalia viene con su kit de carencias. No no. Andreas lo dice varias veces, no juzgues tanto cuando no sabes la historia del otro. Y él, también muestra sus carencias. Hasta llora! Hablando de la historia de su madre, y que no solo Nat lo ha pasado mal. (Gran reflexión lanza él, cuando cuestiona su drama, de abandonar un trabajo por no poder soportar el dolor del prójimo... Ella sí podía elegir irse de aquello). Él también tenía carencias y se ofreció arreglar las goteras para solucionarlas ;) . Aunque una relación muy asimétrica, dónde rápidamente se ve quién puede prescindir del otro antes. Y es que un orangután insensible lo va a seguir siendo siempre. No lo vas a cambiar por mucho que le cantes en francés.

Por muy predecibles que sean los personajes secundarios, no deja de dolerte el pellizco de realidad que sientes cuando perpetúan lo que de su rol se espera. Pocos aparecen (no habría muchos más en un pueblo) pero Coixet los muestra estupendamente. El cuñao sabelotodo, que trata de encandilar a la nueva habitante. El repugnante casero que no sabes en qué momento se va a echar encima y su sola presencia te parece vomitiva. El matrimonio de la ciudad con aires de superioridad que te mira por encima del hombro cuando, muy probablemente, caen en las mismas historias de siempre; cuidado a quién le echas el ojo, marido. Ejem , ejem. Y no podía faltar la jovencita del pueblo que si no sube el listón se la llevará cualquier mendrugo.

Gracias Laia, gracias Helsinki, Hugo Silva... Gracias Isabel Coixet, espero no torturarme demasiado cuando quiera descifrar cuánto hay de carencia y cuánto hay de verdad, en las relaciones que me vaya encontrando
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un par de pinceladas.


- "Menuda están montando los cuervos": como presagio de lo que estaba por pasar en la película. Animales merodeando y la expectativa de atacar los restos de lo que queda de alguien cuando le atraviesa el dolor, bien por una drama propio o vicario; cruel metáfora.

- Ya nunca volveré a hacerme una tortilla delante de nadie. (Vaya vaya Helsinki, qué buen Chef estás hecho!)

- Podría seguir, pero alargaría mucho esta crítica y no quiero que se haga pesada. Me quedo con esas 2. Cinta muy redonda. Buen ritmo. No se me hizo larga. Incluso momentos eróticos y segundos de sexo vacío, donde sentí que era yo la que se prostituía.
14 de enero de 2017
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De qué nos sirve la vida?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿De qué nos sirve una muerte llena de eternidad?

¿de qué nos sirve asomarnos -como turistas, de paso- a un lugar donde todo existe y es posible?

¿De qué nos sirve vivir en base a la contención y el decoro -si no somos nosotros-?

¿De qué nos sirve elegir permanecer en un lugar donde tenemos una segunda oportunidad de enmendar aquello que no nos atrevimos a hacer en nuestra vida?

¿De qué nos sirve optar por la muerte tradicional ya que la incertidumbre que trae consigo, nos mantiene con la inocente esperanza de llevarnos junto a aquellos que ya perdimos-de verdad-?

¿De qué nos sirven los excesos banales cuando tenemos una vida llena de vacíos?

¿De qué nos sirve no permitirnos ser lo que somos en la vida real?

¿De qué nos sirve ir de superficiales para disfrutar no permitiéndonos sentir?

¿De qué nos sirve dejar de a un lado lo importante de esta vida- por autoimposición o normas externas-?

¿De qué nos sirve una existencia llena de nostalgia?

¿Qué valor adquirirían las cosas si lo tuviéramos todo a nuestro alcance?

Da igual, en una vida vacía, en un mundo alternativo que signifique la muerte. Da igual el lugar. Da igual el sexo de los protagonistas. Coincidir con ese alguien. No importa que tu cuerpo "real" no esté. No importa la distancia ni la edad. Nada de eso puede llegar a importar. Con tal de encontrarnos con ese alguien con el que todo sí tiene sentido y es cuando sólo lo importante transciende. No importa el sitio, la forma, la época que nos alumbre, ni los trapos horteras en los que nos enfundemos. Solamente importa verte y reconocerte en los ojos de ese alguien que te haga permanecer. En el mundo que se llaman a sí mismo vivos, o en el mundo de los-supuestos- muertos.
17 de abril de 2024 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emotiva película, si bien demasiado corta, donde muestran una relación en un estadio calmado de sus vidas, después de 20 años. Todo está asentado ya en la vida de Sam y Tusker. El primero, pianista; el segundo, aunque creo que no se hace explícito, bien podría llamarse “el señor de las estrellas”.

No muestran mucho de los personajes, antes de esa etapa. Ni su relación con el mundo, ni sus heridas, ni lo bueno, ni lo malo... Simplemente puedes escudriñar lo que a partir de ahí sucede. Lo que te muestran en los cortos 90 minutos. Y la verdad que está tratado con tanta delicadeza, que no puedo ponerle ningún pero. Tal vez, el que no durase eternamente y quedarme imbuida en esa bonita relación de amor.

Un entrañable último viaje, en cuatro ruedas, explorando y recordando el pasado. Pasando por donde una vez estuvieron, tratando de traer a la memoria lo que una vez fueron en esos instantes. Muy tierno el momento de ellos frente al lago. Los besos en mitad de la noche por el desvelo a causa de la gran bola que no pueden digerir. De los desencuentros, pero por encima de todo: el amor de verdad.


Sigo en spoilers...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dicen los entendidos, que a veces el acto más puro de amor, es dejar ir a la persona amada, que su camino no continuará junto al tuyo, por los motivos que sean. Sam se niega a aceptar la marcha irremediable de su amor. Pero Tusker decide – humanamente- ser él quien controle el cómo y el cuándo. El pianista no quiere desprenderse de él, porque lo necesita, porque es egoísta y no sabe cómo continuar, porque no imagina un mundo en el que Tusker no esté. Pero la pérdida es parte inherente de la vida. Bebe en esencia de ella, para dotarla – la vida- de una dimensión transcendental, aunque nos destroce en el proceso de aceptación.

Nadie querría despedirse del amor de su vida, aunque tal vez debemos prepararnos para ello desde que lo encontramos. Nadie sabe cómo atravesar el duelo, aunque en muchos grupos de apoyo y libros de autoayuda te digan de manual cómo hacerlo. Nadie sabe cómo es el día después de enterrar a tu amor, ni cómo vestir, ni cómo caminar... ni cómo seguir respirando cuando tu alma está de luto...

Fabulosa película que expone tantas cosas, que cada escena sería objeto de la disertación más existencialista. Aunque prefiero quedarme con la parte humana, con el primer estadio del duelo: la negación. El mirar para otro lado cuando certifico con mis propios ojos tu forma de marchar. Cuando entiendo que me has buscado un perro para que me haga compañía cuando tú no estés. Cuando me aseguro antes de partir que los demás van a cuidar de ti.

Creo que existe una lealtad pocas veces expuesta, que sienta como una caricia sincera en el alma, cuando sigues al lado de tu compañero de vida aunque os destroce la enfermedad de uno de los dos; por que sí, aunque la enfermedad sea individual, los hombros que la soportan, la carga que se reparte puede ser llevada con tu pareja y el destrozo, también. Por que no me parece que haya un acto de amor más bonito y a la vez desconsolado que ese.

Al final, todos moriremos. Nos iremos de aquí. Nos podremos ir de muchas formas de la vida de alguien. Y en la mayoría de los casos no podemos moldear cómo nos van a recordar nuestros seres queridos. Si lo harán de la manera que nosotros - una vez más egoístamente- queremos, o lo harán de la suya propia, que para algo tienen criterio. Al final de todo, solo importa el amor que damos, lo sinceros que fueron los brazos que nos acogieron como aquel lugar favorito en el mundo en el que florecer, descansar... y ser recordados.
15 de julio de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué hace la guerra en nosotros?


Muchos minutos de tiroteos que no aportan nada más allá que el deleite de los más, quizá, sádicos. Buena puesta en escena, gama cromática típica de Clin Eastwood pero que no atisba nada de moralidad por parte del protagonista; “tengo que salvar a mis hombres frente a cualquier cosa que se ponga delante”, sin duda, que son cuerpos de élite; no todos valemos para vaciarnos así por dentro, a ritmo de cargador.

Atormentadas las mujeres que esperan a esos “héroes” nacionales, pero ausentes padres, ausentes esposos, en su vida normal. Me resulta sobrecogedor pensar en las personas que se quedan “al otro lado”, cuando hay un despliegue. No creo que jamás pueda imaginarme lo que sienten esas personas durante tanto tiempo.
¿Cómo conseguirán dormir ellas?
¿Cuántos de ellos vuelven pero su mente jamás se recuperará?
¿Cuántas familias rotas a pesar de que sigan unidos?
¿Qué infierno habrán pasado todos ellos?
¿Qué papel deberían jugar las fuerzas armadas en ocuparse de la salud y especialmente la salud mental de todos aquellos que una vez formaron parte de cualquier cuerpo entregado a su país?
Y muchas preguntas más me surgen tras ver esta película pero sobre todo... ¿qué valor tiene una vida?

Mucho americanismo, pero poca profundización en el aspecto del TEPT (ya hacia el final del metraje), las situaciones morales, el matrimonio fantasma. En muchos momentos y tras muchas y escuetas respuestas del protagonista, me lleva a aquella situación en los juicios del famoso “Heichmann en Jerusalém”, (un señor de las altas esferas dentro del nazismo) cuando la filósofa judía Hannah Arendt acuñó un término que me da escalofríos solo pensar el acierto que tuvo, y a la vez lo desagarrador que entraña tras su significado “la banalidad del mal”, donde, en resumidas cuentas, los nazis llevaban a cabo muchas de las órdenes que recibían de sus superiores, como si fuera un proceso meramente administrativo (“me decían: haz X gestión”) sin siquiera detenerse a reflexionar el alcance de sus atroces actos.

Así que, qué hace la guerra en nosotros, me atrevería a decir que aquellas personas que atraviesan por largos o cortos períodos de exigencia en el campo de batalla, que ven, o que incluso perpetúan asesinatos, acaban por normalizar la muerte: le quitan valor a la vida. Y por supuesto, la vida de todo aquel que no sea de los “suyos”: no vale nada...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Exceso de pum y carente de reflexión moral...
22 de marzo de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más de una y de dos son las veces que he visto esta trilogía; y en diferentes momentos de mi vida, deja un poso casi idéntico...La inimaginable compleja dimensión de las relaciones erótico-amorosas es casi imposible de descifrar. Cada uno hablará bajo su particular óptica (lógico y nada reprochable); y aún así nadie se acercaría a entender el engranaje en su totalidad.

Alguna vez nos hemos acercado a la chica del tren (tal vez metafóricamente). Le hemos abordado con ganas de mostrarle todo ese universo que llevamos dentro. A veces, también, ese encuentro no ha trascendido más allá de una noche fugaz, pero el recuerdo ha perdurado durante mucho tiempo. Tal vez demasiado.

A veces, incluso, nos hemos reencontrado con personas f-u-n-d-a-m-e-n-t-a-l-e-s de nuestro pasado, y por ende, fundamentales en la construcción de nuestro propio ser, que nos hacen temblar los cimientos sobre los que creemos estar construyendo nuestra delicada existencia.

A veces, hasta tenemos la fortuna de darles cabida en nuestra vida real, la de verdad, sin idealizar. La vida de los 365 días en un año, y no de encuentros incendiarios y furtivos en nuestro ser de una noche. A veces pasamos de amante a su mujer casada, y lo vemos todo desde los 2 lados. O no interpretamos esos 2 papeles y nos quedamos con la duda del “y si..”

Sea como sea, no me atrevería a hablar de la relación de 2 personas que nada tiene que ver conmigo; solo ellos saben su camino, sus historias, conocen el lenguaje que entre los 2 han ideado. Solo ellos sienten y les duele, a lo que han tenido que renunciar “por el otro”, solo a ellos les pertenece aprender a vivir con las consecuencias de las decisiones que toman. Esta película me parece una maravillosa obra de arte, donde te pone delante, 2 seres que en algún momento de su inminente adultez coinciden y conectan, y quedan marcados por esa conexión. Finalmente, emprenden una vida juntos, y lejos de ser ídilico, es realidad en estado puro. Es cansancio con y por el otro, es no recordarse muy bien lo que se era sin ser madre y su agotador papel, es el complicado trabajo de ser tantos roles a la vez en una misma persona, como madre, amante, amiga, pareja, administradora de un hogar y activista, que es imposible que alguno de ellos no cojee.

Siempre me produjo curiosidad en qué nos vamos convirtiendo tras muchos años de relación con alguien, cuál es nuestro molde tras compartir con alguien tanto de nuestra vida, qué queda de nuestra individualidad, dónde se ubican todos aquellos deseos y anhelos de cuando éramos jóvenes y “libres” y soñábamos con comernos el mundo. Ser adulto, vivir, en pareja, comprometerse con alguien es muy diferente de lo que cuentan en la mayoría de las películas, sin embargo, otras como ésta, te lo muestran con tanta dosis de realidad que es imposible no emocionarse... La vida.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para