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Voto de Chris Jiménez:
9
Comedia. Aventuras Everest Ulyssess McGill (Clooney), un delincuente de poca monta, es detenido y condenado a trabajos forzados en el estado de Mississippi. Sus dificultades para adaptarse a la estricta disciplina de la prisión lo llevan a elaborar un plan de fuga. (FILMAFFINITY)
30 de octubre de 2017
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"Vosotros tres encontraréis una gran fortuna, aunque no sea la fortuna que buscáis. Pero primero tendréis que recorrer un camino largo y difícil, lleno de peligros; cosas contemplaréis que os asombrarán...

...Veréis una vaca sobre el tejado de un cobertizo, y otras muchas maravillas...no temáis los obstáculos de la ruta, pues el destino ha dispuesto ya la recompensa". Con estas proféticas palabras los Coen dan comienzo a su particular odisea, no a través de una tierra mitológica, sino de los EE.UU. de los años de la Gran Depresión.
Con muchos puntos en común con "La Odisea" de Homero y llevando el título de aquel libro que el protagonista de "Los Viajes de Sullivan", del director Preston Sturges, quería adaptar al cine, "O Brother!" nos cuenta la gran aventura de los presos Everett, Delmar y Peter, tres tarambanas que, bajo la falsa promesa del primero, un caradura con un pico de oro y obsesionado con su pelo, de ir en busca de un tesoro que éste había enterrado, burlan a los guardias y huyen a través de caminos desiertos y bosques.

Y en esto que hallarán, efectivamente, una inesperada fortuna que ellos, en su infinita ignorancia, desconocen, mientras se tropiezan con atracadores de bancos, políticos corruptos, ninfas de aspecto humano, un negro que ha vendido su alma al Diablo para poder tocar la guitarra y hasta el mismísimo Ku Kux Klan. Sin duda será una peripecia de proporciones épicas que no sólo representará un cambio para sus vidas, sino para toda América, en un momento en el que el país atraviesa una gran crisis.
Bañado en nostálgicos tonos sepia y acompañada de una entrañable banda sonora llena de temas tradicionales, este film, aun estando situado más o menos en los mismos años en que transcurría la trama de "Muerte Entre las Flores", no tiene nada que ver con aquel. Los hermanos Coen deciden adaptar en plan sátira la mítica "Odisea" de Ulises tomándose algunas libertades históricas y trasladándonos a los profundos EE.UU. de la Gran Depresión.

En ella afloran tiempos de cambio para la nación, tiempos de gangsters, de supersticiones, de corrupción política y también de búsqueda de esperanza, a la vez confiriendo a todo un toque ensoñador, casi de fantasía, donde ese viaje de los protagonistas se configura como una travesía épica trascendental, que a pesar de estar ubicada en un mundo repleto de violencia, injusticia, mentiras, racismo y pobreza está sin duda regada de optimismo y de oportunidades.
"O Brother!" figura como una de las películas más luminosas y positivas de los Coen, junto con "Arizona Baby" y "El Gran Lebowski", en la cual los personajes consiguen la salvación pese a sus equivocadas decisiones; nada que ver con la amargura y el cinismo que destilaban obras anteriores como "Sangre, Fácil" o "Fargo". Pero "O Brother!" no es sólo reveladora, idílica, emocionante y llena de acción, sino también tremendamente divertida; de hecho el humor negro del film, elevado casi a niveles surrealistas, atraviesa toda la trama, haciendo acto de presencia desde el primer momento, donde vemos al trío corriendo tras el ferrocarril e intentar subirse a él.

Y no es la única escena memorable que los directores nos regalan, sobresaliendo la de la ceremonia del Ku Kux Klan, la del hundimiento del valle, la persecución de "Baby Face" Nelson y por supuesto el momento en que los protas cantan, como los Soggy Bottom Boys (homenaje al grupo de "bluegrass" Foggy Mountain Boys), la inolvidable "Man of Constant Sorrow". Los personajes del film tampoco tienen problemas para imbuirse en la comedia del mismo, en especial el trío protagonista.
George Clooney sabe sacar su lado más autoparódico y payaso caracterizado como un Errol Flynn de garrafón y con una labia que pa' qué como ese Everett Ulysess McGill, acompañado de unos brillantes Tim Nelson y John Turturro a los que se les da de miedo hacer de idiotas. Repitiendo con los Coen están John Goodman, en un pequeño papel que manda narices, Holly Hunter, tan odiosa como en "Arizona Baby", y un gran Charles Durning encarnando a "Pappy" O'Daniel, parodia del que fuera gobernador de Texas, W. Lee O'Daniel.

Todos estos elementos, seguidos del gran trabajo de fotografía de Roger Deakins, la grandiosidad de su puesta en escena, el cuidadoso diseño de producción de Dennis Gassner y los logrados efectos especiales, dan como resultado uno de los más brillantes trabajos de la filmografía de los Coen, tan alabado como infravalorado.
Para mí, sin duda, es de los mejores.
Chris Jiménez
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