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Voto de Chris Jiménez:
5
Terror A Nueva York llega un barco sin rumbo, cuando llega la policía descubren que en el interior del barco se alberga un zombie. A partir de ese momento la hija del dueño del barco, con la ayuda de un periodista, buscará a su padre que se encuentra en una isla plagada de zombies sedientos de carne... (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así podrían haber llamado, realmente, a esta barata, cutre y no menos emblemática por ello, secuela no oficial de la original de Romero. Si hasta tiene su sentido.
Esa isla de Matul fue el lugar de origen de todos los muertos vivientes que más tarde acorralarían en el centro comercial a los protagonistas de la otra. Esta sería el preámbulo.

Cuántas películas hay de "zombies" y cuántas nos quedan por descubrir a los fans del género. Muchísimas, demasiadas, diría incluso. Pero seguro que pocas pueden igualar el impacto que supuso "Dawn of the Dead" de George A. Romero, una obra que significó un punto y aparte, con la que amanecería, nunca mejor dicho, toda esa corriente que explotaría definitivamente en la década de los '80, pero cuya influencia se deja sentir aún hoy día. Dicha película cayó en las manos de otro genio del terror, Dario Argento, quien la reeditó para su estreno en Italia, cosechando un enorme éxito de taquilla.
Como siempre para los italianos, si un film de género se convierte en un bombazo capaz de hacer que millones de personas acudan a las salas, lo propio es explotar el filón al máximo (y subrayo lo de "al máximo"), así que, poco después de que saliera la versión de Argento de "Dawn of the Dead", bautizada como "Zombi", el productor Fabrizio de Angelis, al que no se le escapaba ni una, se propuso hacer una secuela inmediata; tal fue así que al proyecto se le tituló simplemente "Zombi 2" (caradura no les falta a los espagueti). Después de que Enzo G. Castellari rechazara ponerse tras las cámaras, la oferta recayó, curiosamente, sobre Lucio Fulci.

Curiosamente ya que el director no había realizado todavía ningún film de terror, aunque se manejaba a las mil maravillas con el suspense y, sobre todo, con las secuencias de extrema violencia, demostrándolo en "La Verdadera Historia de Beatrice Cenci", "Los Cuatro del Apocalipsis" o "Angustia de Silencio"; pero Fulci, como gran artesano que era se enfrentó sin problemas al reto, surtiendo un importante efecto en él (a partir de entonces, el italiano se centraría especialmente en el terror y el "gore"). Y aunque parezca mentira, la historia de "Zombi 2", de la que se encargaría el mítico Dardano Sacchetti, poco o nada tenía que ver con la de Romero.
En realidad el guionista prefirió inspirarse en clásicos del género como "Los Muertos Andan", "Isla de Sortilegio" o la joya de Tourneur "Yo Anduve con un Zombie", tomando elementos de estos; así, seguimos al periodista Peter y la joven Anne hasta una isla perdida llamada Matul, en busca del padre de esta última, pues hace meses que no ha regresado a New York. La situación en el lugar es desesperante: hay una extraña enfermedad mortal que logra que los muertos vuelvan a la vida y caminen; los nativos afirman que la razón es el voodoo, pero el dr. Menard no puede creer eso, por lo que está empeñado en dar una explicación científica al terrible fenómeno.

"Zombi 2" fue la primera que vi de Lucio Fulci y su título en español me engañó sobremanera: "New York bajo el Terror de los Zombies". Obviamente, y no creo que haya sido el único, yo esperaba mucho más cuando la vi, porque para mi sorpresa la ciudad de New York sólo aparecía al principio y al final, y toda la historia de los muertos vivientes sucedía en una isla (detalle que se repitió en infumables obras posteriores como "Holocausto Zombi" o "Apocalipsis Canibal", también de factoría italiana). No así, pese a que el film carece del presupuesto, la garra, la audacia y la inventiva del de Romero, posee su propio atractivo.
Y ese atractivo recae sobre los efectos especiales, que consiguen poner el estómago del revés, y la habilidad del director para inquietar al espectador. Secuencias tan apabullantes y repulsivas como en la que Paola se clava la madera en el ojo (un recurrente de Fulci, el atentado ocular), versión de pesadilla del corte de "Un Perro Andaluz", o en la que el "zombie" emerge de la tierra y le muerde la garganta a Susan, se han hecho un hueco entre las más impactantes del género. Pero no sólo de efectos especiales vive una película, y las mediocres actuaciones y diálogos no ayudan, como tampoco la cantidad de incoherencias y situaciones delirantes que hallamos aquí.

Aparte de que los personajes no salen corriendo cuando ven a los "zombies" (algo que me fastidia y que ya he visto no pocas veces), mención especial merece un momento que tiene nada y menos que ver con la película, en la que un tiburón (¡sí, sí, un tiburón!) se enzarza en una violenta trifulca con un muerto viviente (¡bajo el agua!), salvando así a Susan. El colmo del despropósito.
Lo más curioso es que la secuencia se rodó sin la aprobación del director. Tisa Farrow, hermana de Mia, a la que veríamos después en "Gomia", demuestra sus pocas dotes interpretativas junto a Ian McCulloch, Auretta Gay, Olga Karlatos, Al Cliver y un quizá decente Richard Johnson. Con todo, "Zombi 2" no sólo sería un tremendo éxito para Fulci, llegando a recaudar más de dos millones de dólares en taquilla (ocho veces su presupuesto)

Sino que, como la de Romero, abriría las puertas para muchas futuras producciones italianas de terror y, sobre todo, del subgénero de "zombies".
Chris Jiménez
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