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Voto de Jess_bcn1983:
9

Voto de Jess_bcn1983:
9
7.7
123,003
Thriller. Drama
El día en que Juan (Alberto Ammann) empieza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, se ve atrapado en un motín carcelario. Decide entonces hacerse pasar por un preso más para salvar su vida y para poner fin a la revuelta, encabezada por el temible Malamadre (Luis Tosar). Lo que ignora es que el destino le ha preparado una encerrona. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2010
2 de enero de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Olé! Olé! y Olé! Esto y BUFFFF, QUÉ FUERTE fueron las expresiones que salieron de mi boca cuando acabó esta maravilla del cine español. Y es que cuando queremos somos grandes y buenos. Personalmente me considero bastante seguidora del cine español, básicamente porque creo que sabemos hacer las cosas, las hacemos bien si queremos (y lo permiten, claro), y hay talentos, muchos más que de los que se reconocen, con ideas frescas y no se anclan siempre en las mismas historias (como lo viene haciendo Almodovar toda su carrera, que prácticamente siempre habla de lo mismo salvo contadas excepciones). Daniel Monzón es un ejemplo, y "Celda 211" el testimonio. El inicio marca a todo espectador, lo atrapa y no lo deja escapar de esa prisión hasta el final. La película cuenta con un reparto que realiza un trabajo impecable, desde cada extra a cada intérprete protagonista. Luis Tosar es EL ACTOR con todas sus letras. En este film, como en todos en los que se ha metido, lo borda. No hay otra palabra. Es Malamadre, y no Luis Tosar, hombre, persona, actor, profesional... Su transformación es increíble y sincera desde el primer segundo en el que aparece. Su voz, su forma de hablar, su caracterización, su postura... Todo es Malamadre. Él, acompañado de Alberto Ammann, que interpreta a Juan, un nuevo funcionario de prisión, son el duo protagonista de la película. Entre ellos se establece una relación de respeto, confianza y camaradería, aun cuando Malamadre descubra la farsa. Porque aunque se trate de presos, "Celda 211" nos enseña que hay una serie de normas y códigos de honor entre los presos que habitan la cárcel. Además de ellos dos, el resto de reparto es digno de mención: Antonio Resines, Carlos Bardem (¡realmente irreconocible como un Bardem!), Marta Etura, Vicente Romero, Manuel Morón, Manolo Solo, Fernando Soto, Luis Zahera, Félix Cubero, Joxean Bengoetxea, Jesús Carroza. Todos maravillosos y creíbles.
La banda sonora está muy acertada, se usa como y cuando se debe. Ese eco carcelario, de pasos sobre humedades, de paredes sin vida... Todo respira el frío y el metal de unas instalaciones de ese tipo, y eso la hace aun más creíble.
El desenlace es la guinda a esta maravilla de película. Aunque la esperanza es lo último que se pierde, el final es el que debe ser. Si algo nos diferencia del cine americano, es que en Europa nuestros finales, como en la vida real, no siempre se comen perdices. Es violenta, cruda, real y triste. Muy triste. La traición y la desesperanza habitan esa "Celda 211", de la que nada sale sin un precio. Lo mejor, y al mismo tiempo lo peor, es que el film nos recuerda cómo es de frágil nuestra vida, y el imponente poder del azar que puede cambiar la vida de una persona (o toda una familia) en un segundo.
La banda sonora está muy acertada, se usa como y cuando se debe. Ese eco carcelario, de pasos sobre humedades, de paredes sin vida... Todo respira el frío y el metal de unas instalaciones de ese tipo, y eso la hace aun más creíble.
El desenlace es la guinda a esta maravilla de película. Aunque la esperanza es lo último que se pierde, el final es el que debe ser. Si algo nos diferencia del cine americano, es que en Europa nuestros finales, como en la vida real, no siempre se comen perdices. Es violenta, cruda, real y triste. Muy triste. La traición y la desesperanza habitan esa "Celda 211", de la que nada sale sin un precio. Lo mejor, y al mismo tiempo lo peor, es que el film nos recuerda cómo es de frágil nuestra vida, y el imponente poder del azar que puede cambiar la vida de una persona (o toda una familia) en un segundo.