Tenía muchas ganas de ver esta película, acostumbro a derrumbar las producciones que se puntúan con una cantidad de estrellas ingentes sin aportar nada, sin embargo, esta es una gran película.
Lo es por los actores, por una dirección que logra que te sientas en Chile dictatorial, lo consigue gracias a una fotografía algo granulada que le da un toque documental que le cae muy bien.
Jack Lemmon, haga lo que haga, lo hace bien, ya sean comedias o dramas, ya sea un perdedor o un padre desconsolado… De hecho, la película tiene fuerza desde el principio, pero a medida que Lemmon entra en escena, de forma abrupta, la película cobra más vida si cabe y se torna tremenda.
Sisi Spacek, actriz que jamás me ha deslumbrado, cumple perfectamente su papel dentro del filme, como la mujer que idolatra el quehacer de su marido.
Muy recomendable, una visión muy interesante de un momento histórico acaecido en Chile y que esperemos que jamás vuelva a suceder.