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Voto de Natxo Borràs:
5
Ciencia ficción Finales del siglo XXI. Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial de más de dos años en la nave Prometheus a un remoto planeta recién descubierto, donde su capacidad física y mental será puesta a prueba. El objetivo de la misión es encontrar respuesta al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La excusa para reiniciar cualquier exitosa saga degastada se reduce en lo que desde hace pocos años interfiere en el panorama del cine, digamos, más dignamente comercial. Tenemos los ejemplos semipioneros de “Starwars”, pero siempre seguían la misma línea dramática. En “Alien” es distinto. Ridley Scott rodó una sensacional y claustrofóbica película de terror espacial que ya se encargó James Cameron después de convertirlo en un fallero soufflé de efectos especiales, fuego cruzado y heroínas de armas tomar hasta agotar la fórmula que nuevamente, más de treinta años después del primer “Alien”; Scott se pone manos a la obra para decirle al mundo que solo él conoce mejor la historia.

Pero conoce demasiado los decorados reinventados y los argumentos simplones que quedan camuflados bajo un pretexto de precuela u otra forma de ver lo que fue una franquicia no prevista. Porque es sabido que el “Alien” original era un encerrado film de supense y terror ambientado en una claustrofóbica nave espacial llamada “Nostromo”. En “Prometheus” todo signo de oscuridad queda anulado por una lumínica puesta en escena que solo queda sobriamente en los cavernosos interiores del planeta explorado y donde un equipo de científicos se dirígen a la búsqueda de lo que podría ser la respuesta definitiva del origen del hombre. Y es que el punto de partida de este “Prometheus” o proyecto de precuela frustrado nos lleva a finales del siglo XXI en las llanuras de Escocia en que un grupo de Científicos liderados por la doctora Elizabeth Shaw (Noomi Rapace) y su prometido Charlie Holloway (Logan Marshall-Green). Poco después se embarcaran en la nave Prometheus, rumbo a un planeta remoto donde pueden encontrar respuestas a unas misteriosas pinturas rupestres halladas. Vigilados atentamente por la jefe Meredith Vickers (Charlize Theron) y su insomne androide David (Michael Fassbender), su llegada a un desolado mundo donde se extinguió una civilización que podía haber dejado pistas a tantas respuestas perdidas se convertirá, más que en una odisea, en una pesadilla envuelta hacia un enigma sin resolver.

Aquí no mandan los hechos anteriores sino los efectos especiales que solo satisfarán a los aficionados a la Ciencia-Ficción derrochada y sin prejuicio alguno con escenas que sucumben al delirio (la del quirófano, sin lugar a dudas, cumple con ese requisito). Atención al cambio de imagen, envejecida, del actor australiano Guy Pearce.
Natxo Borràs
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