Que se puede decir?

El primer tipo duro, el genuino generador de miles y miles de imitadores, está aquí en la piel y miradas de Clint Eastwood. Todo lo que vino después, Arnold, Stallone, Gibson y demás son meros intentos de parecerse al primero, al genuino Harry el Sucio. Está claro que el caló en lo mas hondo de éstos herederos a veces correctos y a veces incorrectos en sus papeles.

Y bueno, como todo, cada héroe, o antihéroe en éste caso, tiene su antagonista, y desde luego aquí está uno de los villanos más odiosos, insidiosos y repulsivos de la historia.

Todo aderezado con un suspense enganchador, con unas certeras secuencias de acción para conseguir en la ensalada una película inspiradora de género.