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Harry el sucio

Thriller. Acción Harry Callahan (Clint Eastwood) es un duro policía que se ha criado en la calles de San Francisco. Sus compañeros le llaman Harry el Sucio por sus particulares métodos de lucha contra el crimen y porque siempre se encarga de los trabajos más desagradables. Cuando un francotirador que se hace llamar 'Scorpio' asesina a una mujer desde una azotea y promete matar a más personas si la ciudad no le paga 100.000 dólares, el inspector Callahan ... [+]
Críticas 103
Críticas ordenadas por utilidad
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8
27 de junio de 2006
118 de 128 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha habido muchas películas de acción con policías de armas tomar como La jungla de cristal o Arma letal, y ninguna de ellas se libra de sufrir comparaciones con la que inició este nuevo género de acción policiaco. Muchas películas han intentado seguir su estela, y el propio John Wayne, que rechazó este papel, intentó enmendarlo con ese engendro que es Brannigan, pero ninguna conserva ese atractivo que tiene la cinta de Siegel. Aunque también hay cintas del mismo corte que intentan mostrar al policía más intimo, al honrado, como Sérpico, Harry el sucio se ha quedado en el subconsciente colectivo como la mejor muestra del cine policíaco nacido en los 70.

Quizás sin ser un prodigio de guión, ni una historia que contase algo nuevo, Don Siegel se encarga de que la película no caiga en la monotonía de mostrar una escena de acción tras otra, anulando por completo la personalidad de Harry Callahan. Retrata a un hombre que se toma la justicia por su mano, un tipo solitario cuya nula vida personal hace que se implique sobremanera en su trabajo, persiguiendo incansablemente a todo aquél que rompa la ley. Pero es irónico que, siendo alguien que en teoría debe defender dicha ley, sea quien más cerca esté de quebrantarla. Es un interesante debate el que propone la película, ya que no retrata a un policía honrado jefe de familia, si no a un tipo asqueado que odia al resto del mundo sin un motivo aparente. Y ahí entronca con la personalidad de Scorpio. Ambos son tal para cual, ya que Scorpio es un ser lleno de odio, que asesina por odio, como un cobarde, y que intentará por todos los medios acabar con Callahan. Pero lo que les diferencia a uno y a otro es que Harry es un personaje honrado, y hará lo que sea para detener al demente francotirador. Clint Eastwood encarnó al personaje con su carisma habitual, de una manera que todos le reconocemos sólo con ver su silueta. Es probablemente la película que le lanzó al estrellato, y gracias a la cual pudo rodar sus pequeños proyectos.

Don Siegel narra la historia con un brío imprescindible en este tipo de película, sin ningún alarde de falso lirismo, contando la historia con sencillez, propio del director, uno de esos artesanos poco reconocidos, pero con un buen puñado de películas en su haber. San Francisco se volvió a convertir en un personaje viviente dentro de la trama, al igual que ocurría en Vértigo, aunque esta es una San Francisco sucia, llena de maleantes, y Siegel la muestra acompañado de la música jazzy del gran Lalo Schiffrin, que en algunos momentos tiene algún toque herrmanniano en los momentos de tensión. Clásico imperecedero.
6
15 de octubre de 2009
83 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es fácil encontrar en la historia del cine norteamericano un personaje que haya tenido tanta importancia como el de Harry Callahan, podemos decir que es uno de los pilares del cine de acción tal y como lo entendemos hoy. Es decir, el personaje supera en sí a la propia película siendo secundaria con respecto al “héroe”. Además en esta época es donde definitivamente la televisión termina por imponer sus modos al cine, porque cuando se habla de secuelas, -que aunque ya existían antes, fueron en los setenta cuando vino el boom- no son más que una especie de proyección de los episodios de televisión. El espectador no acepta que se acabe el relato con un guión de principio, nudo y fin, lo importante ahora es acompañar al personaje en sus correrías durante años.

Dicho esto, “Harry el sucio” de Don Siegel es una obra de muy escaso valor argumental, la película está pensada para Eastwood y en crear un prototipo, objetivos que logra sobradamente. Disfrutaremos de sus frases socarronas, a veces incluso brillantes, porque aunque tipos del corte de Harry Callahan hemos visto unos cuantos, que sean más chulos que este ya es más difícil.

La historia apenas merece la pena comentarla, es un típico alegato de esos que niegan el valor del sistema penal y encumbran a los hombres que realmente hacen la ley, que son por supuesto los tipos duros. Es una especie de inversión de “El hombre que mató a Liberty Balance”, y que luego el cine de acción ha incorporado como su primer elemento narrativo: El hombre que tiene que responder por sí mismo a los acosos de otros porque la justicia no estará en el momento oportuno para salvarle. Made in América.

Curiosamente siendo una de las películas más del montón de Siegel, es sin ningún género de dudas de sus obras más famosas. Y es que los iconos no son sólo religiosos.
7
24 de agosto de 2008
49 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film policiaco influyente y controvertido, es uno de los más representativos de los años 70. Realizado por Don Siegel, lo escriben Harry Julian Fink, Rita M. Fink y Dean Reisner, con la colaboración no acreditada de John Milius y Terrence Malik. Desarrolla un argumento de Harry Julian Fink y Rita M. Fink, inspirado en hechos reales. Se rueda en exteriores y escenarios reales de San Francisco (Bank of America Building, City Hall, Hall of Justice, Kezar Stadium...) y en los platós de Universal Studios (Universal City, CA). Producido por Don Siegel para la Universal, se estrena el 22-XII-1971 (NYC).

La acción dramática tiene lugar en San Francisco, a lo lago de varios días, en 1971. El inspector de homicidios Harry Callahan (Eastwood) recibe el encargo de perseguir y detener a Escorpión (Robinson), un asesino psicópata que ha sembrado el pánico en la ciudad. Callahan es duro, implacable, solitario, poco inteligente y violento. Con pocos estudios, se ha formado en las calles de la ciudad. Amargado por la muerte de su esposa en accidente de circulación, se comporta como un desarraigado: no tiene amigos, no mantiene relaciones sociales, vive encerrado en si mismo, a penas habla y cuando lo hace es exageradamente lacónico y ácidamente irónico. Odia al mundo que le rodea, cree que el sistema judicial castiga a los ciudadanos honrados y protege al criminal, carece de valores y principios, vive al margen de todo código moral o ético, tiene comportamientos contradictorios, está convencido de que la violencia sólo se combate con más violencia y busca la justicia por su cuenta. Sus compañeros le llaman "Harry el sucio" por sus métodos de trabajo y porque siempre le encargan las misiones que nadie quiere, como la de Escorpión.

El film combina acción, crimen, drama, misterio y thriller. Marca la 4ª colaboración de Eastwood con Siegel, amigo y mentor suyo. Enfrenta a un superpolicía atípico y a un extraño superpsicópata, con puntos en común: ambos tienen inclinaciones voyeuristas, son introvertidos y callados, se sienten incomprendidos, son aficionados a las armas de fuego, son expertos tiradores, etc. A Callahan le es más fácil que a otros policías comprender al asesino, acercarse a él, intuir sus reacciones y prever sus pasos. El argumento se inspira en el llamado "asesino del zodíaco", que mató a 6 personas en el norte de California entre 1966 y 1969 y adquirió gran notoriedad. Callahan y Escorpión son dos personajes irreales, inverosímiles, exagerados y desorbitados.

Bien dirigido por Siegel, el film tiene un magnífico ritmo narrativo y una soberbia visualidad. Inserta acertados giros que mantienen el interés del público. El relato está impregnado del sabor de los años 70 y luce la confusión ideológica que los caracterizaron tras los profundos cambios sociales de los 60. Es admirable el clima de sutil ambigüedad que preside la figura del protagonista, de su antagonista, de los cargos públicos y de la acción.
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La ciudad de San Francisco es un protagonista más del film, con sus edificios de múltiples y variadas alturas y con su red urbana poblada de maleantes y de ambientes sórdidos. Siegel se muestra poco complaciente en este y otros aspectos. La película refleja las obsesiones, los temores y las frustraciones de muchos americanos ante la proliferación del crimen en la calle. Son escenas memorables la del estadio de fútbol vacío, la persecución acompañada sólo del sonido de los pasos, las dos escenas que muestran la mitomanía de Callahan por la Magnum 44, la del autocar escolar y la de la carrera contra reloj.

La música, del argentino Lalo Schifrin, ofrece una sorprendente partitura de 22 cortes, con composiciones urbanas, de jazz y funky, un potente tema central y arreglos sinfónicos. La fotografía, de Bruce Surtees ("Fuga de Alcatraz", 1979), en color y scope, reproduce el estilo visual de los 70. Presenta una narración dinámica, de excelente composición, con inquietantes secuencias nocturnas de buena factura.
8
13 de diciembre de 2007
36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable film que se mueve por caminos que ahora están muy trillados, pero en su momento fue incomprendida -sobretodo en Europa, donde se tildó de fascista sin matices-.
Eastwood lo borda como policía harto de un sistema que penaliza al honrado y salvaguarda al criminal, en un San Francisco corrupto que iniciaba el post-hipismo.
Resalta la economía gestual del protagonista y de la propia película, lo que hace que haya envejecido bastante bien (es resultona). Todos los actores están bien, y las escenas de acción francamente bien resueltas. Abrió la puerta a una saga muy decente si exceptuamos la última.
10
12 de septiembre de 2008
32 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Harry el sucio", es un excelente thriller policiaco y de acción que trata sobre un polícia de armas tomar que odia a la burocracia y está en contra del flojo sistema judicial que hay en San Francisco, lo que le obliga a usar métodos que cumplen la verdadera justicia.

Está interpretado magistralmente por Clint Eastwood y dirigido brillantemente por Don Siegel. Fue la cuarta colaboración entre ambos.

A pesar de que muchos lo juzgan de fascista, el inspector Callahan lo único que hace es defender el derecho de las victimas haciendo justicia pura y dura. No se excede en ningun momento del filme.

El filme no da ni un segundo de respiro al espectador, y es PURO ENTRETENIMIENTO de principio a fin. En varias escenas, incluida la escena final, te dan ganas de aplaudir y de condecorar al inspector Callahan, ya que el asesino que se hace llamar "Scorpio" (soberbio Andy Robinson) resulta de lo más repugnante y odioso de lo que se ha podido ver en la gran pantalla.

Una pena que sea ficción y no haya polis como Callahan.

Al filme le siguieron varias continuaciones, pero no tan buenas como esta.

FILME IMPRESCINDIBLE PARA LOS FANS DE CLINT EASTWOOD y para los amantes del cine policiaco / thriller.

Una de las mejores actuaciones de Clint Eastwood.

Muy buena la dirección de Don Siegel, y la música del argentino Lalo Schifrin (habitual en las películas de Eastwood en aquellos años)

Todo un clásico de los `70 y de todo el S. XX. Una obra maestra, sin duda.

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