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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Drama Daigo Kobayashi, antiguo violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver, acaba vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como enterrador: limpia los cuerpos, los coloca en su ataud y los envía al otro mundo de la mejor forma posible. Aunque su esposa y sus vecinos contemplan con desagrado este puesto, Daigo descubrirá ... [+]
16 de septiembre de 2009
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El pasado mes de Febrero una película japonesa, que no había tenido demasiada repercusión hasta entonces, se llevó el Oscar a la mejor película extranjera dando la sorpresa y dejando en la cuneta a las grandes favoritas de esa noche. Viendo la película esa sorpresa deja de serlo, ya que Despedidas es una película muy japonesa en su contenido pero muy comercial (en el sentido más hollywoodiense del término) y accesible en la forma.
La película comienza cuando las ilusiones de un hombre por ser músico se van al garete cuando la orquesta en la que toca se disuelve. Debido a su limitado talento y a su situación económica decide abandonar su sueño y volver a su pueblo, a la casa heredada de su madre, donde la vida será más económica pero también más triste. Apoyado por su mujer en todo momento, se instalan en el pueblo tratando de comenzar una nueva vida. Cuando por fin parece que la fortuna del trabajo llama a su puerta resulta ser que el puesto que le ofrecen a cambio de un buen sueldo es en una funeraria amortajando cadáveres.
A partir de este momento los sentimientos saltan a la pantalla. Combinado de forma muy hábil el drama y la comedia, Despedidas se convierte en una historia tan triste como reconfortante y entrañable. La película nos ofrece un completo muestrario de las tradiciones japonesas que giran alrededor de la muerte, y aunque eso sea algo que nos pilla muy lejos la historia nos toca el corazón porque el director se mueve en el terreno del melodrama más comercial y más accesible para el público occidental.
Es cierto que la película cae en varios excesos lacrimógenos. Desde el uso abusivo de una preciosa música en los momentos clave de la historia hasta la sucesión de tres finales cada cual más dramático-emotivo que el anterior.
Despedidas toca temas profundos y sentidos, pero la ligereza con que se muestran ayuda a sobrellevarlos. El problema llega cuando intenta ponerse más seria, y entonces confunde seriedad con cierta grandilocuencia emocional. Esto impide que Despedidas se pueda considerar como una gran película, pero tampoco empaña los méritos de una historia que, aunque sea de forma fácil(ona), consigue llegar y emocionar al espectador. Las trampas sentimentales puede que estén en la forma, pero el contenido es honesto y emotivo.
El actor protagonista no es un prodigio de expresividad, pero acierta al retratar la perplejidad del personaje ante su nuevo trabajo. El resto de actores, casi todos entrañables, también hace correctos trabajos.
Al final de la proyección la sala, que estaba prácticamente llena, se quedo en completo silencio, del que solo sobresalía el sonido que producen los paquetes de kleenex al abrirse. Objetivo cumplido. Y no me parece un mal objetivo.
ernesto
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