Puede decirse que el problema de esta película es que el guión no es del todo bueno, pero no creo que sea un problema tanto de texto como de motivaciones. Lamentablemente la idea de que la princesa odia a su madre no penetra en el espectador en la primera parte, por tanto la huida del castillo no es más que una combinación de clichés y tampoco se entiende el deseo de salvarla. La escena del río es atroz porque parece que es un paso hacia la comprensión de la madre sobre la forma de ser de la hija pero se queda en nada.

Por último, el final es tan obvio que ofende, sobra que la bruja anticipe que ya usó un conjuro, sobra que acaben en el castillo derruido, sobra que salgan corriendo. Si esto lo dejan para el final, éste sería al menos un poco sorprendente. Así es más de lo mismo.

Con más metraje, más escenas originales que expliquen la relación dentro de la familia y una expresividad más rompedora, incluso más cruél (véase rayo McQueen al inicio de cars; la soledad aplastante de Wall-e; las envidias y tensiones en la cocina de Ratatouille), con eso todo habría ido mejor.

Han querido hacer un cuento de hadas sin malo cuando lo tenían delante, es la madre y han desperdiciado una excelente historia, su redención expresada como su vuelta a la humanidad. Una lástima.