Más conocido como actor de cine de acción, Mel Gibson dio un triple salto mortal con “Corazón Valiente”: una película norteamericana que cuenta unas guerras en Escocia ocurridas hace más de 700 años, que dura tres horas, y con un director poco rodado. Ahora eso sí, valiente y determinado, y sabiendo muy bien lo que hacía.

El resultado: cinco Oscars, incluyendo película, dirección y fotografía. Nominados también el guion de Randall Wallace y la banda sonora del gran James Horner, el gran éxito entre el público internacional se debió a que la historia (y la forma en que estaba contada) era amena e interesante, épica y romántica, y esa es una buena garantía de triunfo. Los espectadores se identificaron con la personalidad y liderazgo del personaje de Mel Gibson, con su cara blanquiazul y sus “calvos”. Un gran trabajo de producción hizo el resto.