Película de tan solo 57 minutos de duración rodada durante la cuarentena, que recuerda inevitablemente por su formato a la correcta Eliminado (Levan Gabriadze, 2014). Dirigida de forma remota por el responsable del interesante cortometraje Dawn of the Deaf (2016), y protagonizado por un reparto bastante desconocido con nombres como Haley Bishop (Objetivo: Washington D.C, 2019), o Jemma Moore (Doom: Annihilation, 2019).

Cuenta la historia de seis amigos que realizan una sesión espiritista por Zoom durante la cuarenta, lo que les lleva a vivir una serie de aterradoras experiencias. Cuando un espíritu maligno invade sus casas, comienzan a preguntarse qué es lo que pueden hacer para sobrevivir a la noche.

En Host, el director Rob Savage consigue meter el miedo en el cuerpo del espectador con unos medios más bien escasos, gracias a un ingenio que se ve reflejado en la construcción de las escenas de terror y a una naturalidad en el film que viene gracias a un elenco con una química enorme. El formato utilizado puede no gustar a según que personas, ya que la película la vemos enteramente a través de la pantalla de un ordenador, al estilo de la ya mencionada Eliminado o la también recomendable Searching (Aneesh Chaganty, 2018), y la trama de la película puede resultar limitada y típica, aunque resulte más que suficiente y este completamente bien aprovechada.

Host es una pequeña gran película que consigue con muy pocos medios y en menos de una hora, más que muchas películas de dimensiones mucho mayores, causar miedo, que es de principio a fin el único propósito de esta propuesta que va directa al grano.

Nota personal 7/10