Reunión de los tradicionales monstruos del género de terror en esta producción de tono infantil que explota la idea ofrecida en Los Gonnies, presentando a un grupo de muchachos que deberán enfrentarse a los monstruos empleando las armas y triquiñuelas necesarias para salvar el mundo.
Con una cuidada ambientación terrorífica, el director combina a la perfección el toque de humor con el terror, empleando a los tradicionales monstruos del cine de terror, reunidos aquí para ofrecer un vehículo de entretenimiento y diversión, lleno de encanto.
El quipo de Stan Winston se encarga de los efectos especiales, empleando trucajes de artesanía y maquillaje con los que consigue ofrecer una imagen convincente de los diferentes monstruos de terror, que el paso del tiempo ha dejado en una posición de entrañable, recordando que hubo un tiempo en que no todo se hacia por ordenador.
Cine de aventuras infantil desenfadado, con las dosis de humor y terror necesarios para pasar un rato ameno y divertido, haciendo un pequeño homenaje a las producciones de terror, sin mayor pretensiones que las del entretenimiento.