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Voto de El Fauno:
7
7.6
21,212
Animación. Aventuras. Fantástico. Ciencia ficción
En un futuro lejano, mil años después de una guerra de carácter apocalíptico, la Tierra aparece cubierta de bosques plagados de hongos venenosos y de insectos gigantescos. Los hombres han sido diezmados; los supervivientes viven en algunos poblados aislados y sobreviven a duras penas en las cercanías de un bosque contaminado con gases tóxicos e insectos mutantes gigantes, que cubren gran parte de la Tierra. Nausicaä es la princesa de El ... [+]
12 de mayo de 2010
38 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo alguien como Miyazaki es capaz de reintroducirme en el redil del comentarista cinéfilo con entusiasmo renovado y pleno. Desde que he empezado a descubrir su filmografía, con razón del proyecto de Aurum de reeditar sus antiguas obras, y descubrirnos otras inéditas en nuestro país, llevo pensando siempre lo mismo. Quién pudiera vivir en los mundos de Miyazaki...
Supone un gran consuelo cuando buscas garantía de calidad. Y de eso Ghibli debe sentirse orgullosa. Pocos estudios pueden alardear hoy día de un curriculum semejante en la industria del cine. Sólo Pixar les llega a la zaga. Ambas compañías son, cada una en su terreno y audiencia determinada, las representantes en el Septimo Arte de un cine de trazo y espíritu inigualables
No es Nausicaa la primera protagonista que me encandila en Ghibli. La joven ha tenido grandes precedentes. Y para muchos, Chihiro fue la primera que nos introdujo en el verdadero País de las Maravillas a traves de un tunel en medio de un bosque y al final de un viejo camino de tierra. Eso sí, Nausicaa tiene el honor de ser el germen del estudio fundado por Miyazaki y Takahata. La impulsora de la autentica fábrica de sueños del cine, último refugio de muchos soñadores.
Empezar un gran proyecto no es fácil, y el caso de Ghibli no fue diferente. Este primer retoño, (al menos a nivel espiritual) muestra importantes defectos propios de la inexperiencia, pero también contiene muchas de las constantes favoritas del cineasta, desarrolladas con mejor fortuna en otros universos que llegarán más tarde.
No puede esconder lo denso de su argumento; la farragosidad de la narración en algunos pasajes; el perfilado de los personajes, más sencillo, menos elegante y profesional que lo que deparará el futuro, aunque no por ello carente de frescura.
Se percibe una ilusión patente, un deseo de contar una historia épica y al mismo tiempo íntima, espectacular y ante todo con un sello cualitativo único.
(continúo en spoiler por falta de espacio)
Supone un gran consuelo cuando buscas garantía de calidad. Y de eso Ghibli debe sentirse orgullosa. Pocos estudios pueden alardear hoy día de un curriculum semejante en la industria del cine. Sólo Pixar les llega a la zaga. Ambas compañías son, cada una en su terreno y audiencia determinada, las representantes en el Septimo Arte de un cine de trazo y espíritu inigualables
No es Nausicaa la primera protagonista que me encandila en Ghibli. La joven ha tenido grandes precedentes. Y para muchos, Chihiro fue la primera que nos introdujo en el verdadero País de las Maravillas a traves de un tunel en medio de un bosque y al final de un viejo camino de tierra. Eso sí, Nausicaa tiene el honor de ser el germen del estudio fundado por Miyazaki y Takahata. La impulsora de la autentica fábrica de sueños del cine, último refugio de muchos soñadores.
Empezar un gran proyecto no es fácil, y el caso de Ghibli no fue diferente. Este primer retoño, (al menos a nivel espiritual) muestra importantes defectos propios de la inexperiencia, pero también contiene muchas de las constantes favoritas del cineasta, desarrolladas con mejor fortuna en otros universos que llegarán más tarde.
No puede esconder lo denso de su argumento; la farragosidad de la narración en algunos pasajes; el perfilado de los personajes, más sencillo, menos elegante y profesional que lo que deparará el futuro, aunque no por ello carente de frescura.
Se percibe una ilusión patente, un deseo de contar una historia épica y al mismo tiempo íntima, espectacular y ante todo con un sello cualitativo único.
(continúo en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No podemos engañarnos, el objetivo está conseguido a medias. Los trazos del japones son todavía torpes, dubitativos, temblorosos. Está presente, eso sí, la mixtura de corrientes estéticas; esa mezcla tan característica en algunos de sus filmes (vease "El Castillo en el cielo" o "El Castillo Ambulante") de combinar enormes naves de metal, más propias de un retrato post-apocalíptico, con un contexto más afín a la fantasía: Mundos organizados tribalmente, dioses provenientes de la Naturaleza, valles verdes y exóticos y una fauna imaginativa y diversa. Ahí es donde radica el gran acierto de la obra. La imaginación de Miyazaki encuentra en "Nausicaa" un lienzo idoneo para expandir sus inquietudes; en este caso, para reinterpretar su propio manga.
La revisión se ve influenciada por un espíritu marcadamente ochentero, evidenciado especialmente en la composición musical de Joe Hisaishi, músico ligado desde sus comienzos al trayecto del estudio Ghibli. No es nuevo descubrir aquí lo llamativo que resultan, desde una óptica actual, los tracks que Hisaishi utiliza para subrayar las escenas de acción; trabajo demasiado influenciado por las tendencias musicales del momento, hasta tal punto, que han impedido su permanencia y atemporalidad, su perdurabilidad, anclandose en un estilo, hoy, demasiado retro.
Aún a pesar de ello, la segunda película del maestro japones (recordemos que la primera es la aquí aún inédita "El Castillo de Cagliostro") sigue manteniendo intacto el espíritu mágico que ya inocularía en mayor medida a sus futuras obras maestras. No se le puede negar, a pesar de su irregularidad, el poder de transportarte a un universo nuevo y coherente; la frescura, torpe pero encantadora, de los trazos de su princesa protagonista; el talento, ya latente entonces, para crear imagenes de un gran poder, y la buena costumbre de no llegar a extremos maniqueos en la creación de una telaraña de relaciones humanas complejas. Todo lo cual convierten a "Nausicaa del Valle del Viento" en una obra fílmica valorada con ternura y benevolencia, con cariño y fidelidad, por todos aquellos de nosotros que, gracias a Ghibli, ya no somos capaces de imaginarnos nuestra vida sin la deslumbrante magia de sus películas.
La revisión se ve influenciada por un espíritu marcadamente ochentero, evidenciado especialmente en la composición musical de Joe Hisaishi, músico ligado desde sus comienzos al trayecto del estudio Ghibli. No es nuevo descubrir aquí lo llamativo que resultan, desde una óptica actual, los tracks que Hisaishi utiliza para subrayar las escenas de acción; trabajo demasiado influenciado por las tendencias musicales del momento, hasta tal punto, que han impedido su permanencia y atemporalidad, su perdurabilidad, anclandose en un estilo, hoy, demasiado retro.
Aún a pesar de ello, la segunda película del maestro japones (recordemos que la primera es la aquí aún inédita "El Castillo de Cagliostro") sigue manteniendo intacto el espíritu mágico que ya inocularía en mayor medida a sus futuras obras maestras. No se le puede negar, a pesar de su irregularidad, el poder de transportarte a un universo nuevo y coherente; la frescura, torpe pero encantadora, de los trazos de su princesa protagonista; el talento, ya latente entonces, para crear imagenes de un gran poder, y la buena costumbre de no llegar a extremos maniqueos en la creación de una telaraña de relaciones humanas complejas. Todo lo cual convierten a "Nausicaa del Valle del Viento" en una obra fílmica valorada con ternura y benevolencia, con cariño y fidelidad, por todos aquellos de nosotros que, gracias a Ghibli, ya no somos capaces de imaginarnos nuestra vida sin la deslumbrante magia de sus películas.