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Voto de Lukas:
6

Voto de Lukas:
6
7.1
17,021
24 de enero de 2023
24 de enero de 2023
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Esta película quise verla en el cine, cuando se estrenó, allá por 2018, pero al final nada. Ahora, vista en la pequeña pantalla, no me ha emocionado tanto como me esperaba. Es más, me ha dejado algo frío, no he conseguido entrar del todo en esta hermosa historia de amor. Que es la historia de amor de los padres del director. "A mis padres", es la dedicatoria, al final, cuando comienzan los créditos.
Ambientada en los años de la posguerra, arranca en la Polonia de 1949 y acaba en 1964. Esa historia / romance turbulento, entre Wiktor --pianista popular y Zula, cantante folklórica reconvertida en jazz singer, atraviesa más de una década y un puñado de países --entre Oriente y Occidente --; se unen y se separan, y vuelven a encontrarse después de un tiempo; y a pesar de las peleas, los celos y las circunstancias políticas, lo que sienten -- en lo más profundo, permanece. Parece ser el deseo (sexual), esa llama que según dicen, dura poco tiempo. Al final, se demuestra que es amor, y del que va más allá de la muerte.
La fotografía es magnífica, desde luego, y se usa un formato de pantalla inusual (pantalla cuadrada). Las interpretaciones, sobre todo la de Joanna Kulig, bastante buenas. La música --canción popular, jazz, incluso rock 'n' roll al final-- llena cada secuencia, le añade intensidad --ellos viven en esos sonidos --. Lo malo es que no termino de creerme esa historia de amor, no veo bien su evolución; todo parece obedecer más al capricho que a la lógica de los sentimientos. O será que, como ahora estoy desvalido, sin amor, no entiendo nada de todo eso.
Ambientada en los años de la posguerra, arranca en la Polonia de 1949 y acaba en 1964. Esa historia / romance turbulento, entre Wiktor --pianista popular y Zula, cantante folklórica reconvertida en jazz singer, atraviesa más de una década y un puñado de países --entre Oriente y Occidente --; se unen y se separan, y vuelven a encontrarse después de un tiempo; y a pesar de las peleas, los celos y las circunstancias políticas, lo que sienten -- en lo más profundo, permanece. Parece ser el deseo (sexual), esa llama que según dicen, dura poco tiempo. Al final, se demuestra que es amor, y del que va más allá de la muerte.
La fotografía es magnífica, desde luego, y se usa un formato de pantalla inusual (pantalla cuadrada). Las interpretaciones, sobre todo la de Joanna Kulig, bastante buenas. La música --canción popular, jazz, incluso rock 'n' roll al final-- llena cada secuencia, le añade intensidad --ellos viven en esos sonidos --. Lo malo es que no termino de creerme esa historia de amor, no veo bien su evolución; todo parece obedecer más al capricho que a la lógica de los sentimientos. O será que, como ahora estoy desvalido, sin amor, no entiendo nada de todo eso.