Los dioses y las diosas, en los primeros años eran astros o fenómenos meteorológicos que los antiguos no entendía y por tanto temían, por ejemplo: el sol, la luna o el viento. Más tarde, con el desarrollo de ciencias como la astrología en Mesopotamia, estos dioses fueron sustituidos por otros, de aspecto humano, estas deidades eran muchas veces antiguos reyes y faraones. Puede que sorprenda pero Alejandro Magno fue un dios en su época, tanto para los macedonios, como para los egipcios y seguramente para los antiguos persas.

Este documental aporta una novedosa y objetiva visión de la vida de un emperador, uno de los más grandes de la historia, un hombre predestinado a gobernar un pequeño territorio al norte de Grecia, que a través de la osadía y la inteligencia táctica, ganó batalla tras batalla, hasta hacerse con un basto imperio cuya metrópoli era la colosal Babilonia.

La bisexualidad de Alejandro, la astucia de su madre para ponerlo en la cima del poder, su obsesión por recorrer lugares épicos o sagrados antes de cada batalla, su credulidad para ser sugestionado por los oráculos, y su auto-convencimiento en que era una deidad, fueron los motores de su vida. Una vida extraordinaria, donde se movía con gran astucia y persuasión de que estaba predestinado por los dioses a ser el más grande.

Esta serie es limitada en cuanto a escenificación de las batallas o movimientos de tropas, pero cuenta con grandes especialistas en la Grecia Antigua, Persia y Egipto, que desmenuzan con gran precisión tanto la personalidad de Alejandro Magno, muchas veces desmitificándolo, como debes ser, además de explicando minuciosamente cada evento de su vida, como cada campaña militar.

Para mí en un buen hallazgo porque soy un gran seguidor de la historia antigua.