Ya sé, lo asumo y lo confieso: "Detroit Rock City" no es una comedia de calidad, pero me encanta.

Recuerdo engancharla por televisión y quedarme viéndola siempre que la encontrara, de hecho la primera vez que la vi estaba con mi mamá y ella se moría de la risa con el devenir de los acontecimientos, cada uno más despatarrado que el otro. Es bizarra, tiene lenguaje soez, es políticamente incorrecta, es super entretenida y el soundtrack se queda para siempre contigo. A mi me lleva a momentos de felicidad total y por eso a día de hoy aún disfruto viéndola.

No sé qué esperaba exactamente la crítica, dudo mucho que ésta película se haya vendido como una obra maestra del Rock. Es un pequeño homenaje a Kiss, producida por sus miembros para reivindicarse como la mejor banda de Rock and roll de todos los tiempos, para incluso reírse de ellos mismos. Es sólo otra tonta comedia americana pero a diferencia de la gran mayoría, ésta sí me gusta.

No es que la recomiende porque sé que el resto de los espectadores no tienen por qué amarla tanto como yo, pero no podía dejar de escribir sobre ella, ya que, a mi es una cinta que me hace feliz.