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Voto de cinefilo friki:
8

Voto de cinefilo friki:
8
5.7
55,459
Ciencia ficción. Acción
Dos razas de robots extraterrestres transformables (los villanos "decepticons" y los amistosos "autobots") llegan a la Tierra en busca de una misteriosa fuente de poder. En la guerra que estalla entre las dos razas, los hombres toman partido por los "autobots". Sam Witwicky (Shia LaBeouf), un avispado adolescente, que sólo desea conquistar a la bella Mikaela (Megan Fox), se convierte en la clave de una guerra que puede destruir a la humanidad. (FILMAFFINITY) [+]
7 de diciembre de 2014
7 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que las mediocres secuelas de este blockbuster han empañado a posteriori la imagen que nos queda de la primera parte de Transformers y con frecuencia se la mete en el mismo saco que a sus sucesoras, algo, a mi entender, totalmente injusto. De hecho, para entender donde fallan aquellas uno no tiene más que fijarse en ésta, la primera.
En mi opinión Transformers es un estupendo blockbuster. Un perfecto ejemplo de cómo el cine de entretenimiento puro también es una forma válida de entender el séptimo arte. Por supuesto, nadie debe buscar complejidad ni interpretaciones magistrales en esta película, pero es que ni falta que hace. El cine está hecho para crear emociones, para estimular. Hay muy diversas formas de estimular la mente, a veces uno tiene que llegar profundo para despertar nostalgia, alegría, reflexiones sobre la vida y sobre la condición humana, y hay veces que uno aspira despertar la risa, la excitación de la aventura, despertar la imaginación, y esto último también es cine. Esto es lo que consigue Transformers, engancharnos a una historia sencilla, sin complicaciones, ciertamente poco original, pero que es el vehículo suficiente para conducirnos a través de un carrusel de situaciones más grandes que la vida, de personajes carismáticos y de imágenes apabullantes.
En Transformers todo funciona a la perfección para conseguir lo que la película pretende, que no es ni más ni menos que el disfrute del espectador. El humor y la acción se reparten en dosis adecuadas, salpicado con un poco de tribulaciones amorosas adolescentes a lo que hay que añadir las (míticas) referencias friquis a los fans de estos robots y en general al mundillo de los comics y la ciencia-ficción. En el apartado técnico, como es natural, todo está muy bien logrado, y el ver por primera vez a los robots en pantalla es ciertamente impresionante, quizá serían criticables los frenéticos movimientos de cámara que, sobretodo en la batalla final, hacen al espectador difícil de seguir los acontecimientos, pero a pesar de eso el global de la película es claramente sobresaliente en dicho apartado. El reparto cumple, e incluso Shia Lebeauf, aunque posteriormente no haya vuelto a lograr nada de renombre, resulta ser el hallazgo del momento, sabiendo desenvolverse como pez en el agua y construyendo el retrato arquetípico del adolescente del montón que acaba embarcado en la aventura de su vida. Sobre Megan Fox, bueno, sé que no es políticamente correcto valorar a una actriz por su físico, pero la realidad es la que es, y es que en esta película (posiblemente en la que más auténticamente hermosa estaba) se convirtió en el sueño de todo el público masculino de la audiencia y, al menos en mi caso, nos hizo soñar un poco más con ser ese adolescente del montón que era Sam Witwicky, que termina la película habiendo cumplido el sueño de cualquier chico.
Desde luego se podrían decir cosas negativas de la cinta, como algunas ya mencionadas, a las que habría que añadir la relativa poca fidelidad a los personajes en los que se basa o el cierto patrioterismo yanqui que impregna la película. Pero no creo que se pueda decir en modo alguno que Transformers no es una buena película de entretenimiento.
Puede que influyera el hecho de que es la primera, de que todo era fresco y nuevo, de que todo sorprendía, pero el caso es que es una película bien hecha, divertida y espectacular, que cumple su cometido y brinda un entretenimiento mucho más que digno. Al final, como los juguetes en los que se basa, Transformers es mucho más de lo que tus ojos ven.
En mi opinión Transformers es un estupendo blockbuster. Un perfecto ejemplo de cómo el cine de entretenimiento puro también es una forma válida de entender el séptimo arte. Por supuesto, nadie debe buscar complejidad ni interpretaciones magistrales en esta película, pero es que ni falta que hace. El cine está hecho para crear emociones, para estimular. Hay muy diversas formas de estimular la mente, a veces uno tiene que llegar profundo para despertar nostalgia, alegría, reflexiones sobre la vida y sobre la condición humana, y hay veces que uno aspira despertar la risa, la excitación de la aventura, despertar la imaginación, y esto último también es cine. Esto es lo que consigue Transformers, engancharnos a una historia sencilla, sin complicaciones, ciertamente poco original, pero que es el vehículo suficiente para conducirnos a través de un carrusel de situaciones más grandes que la vida, de personajes carismáticos y de imágenes apabullantes.
En Transformers todo funciona a la perfección para conseguir lo que la película pretende, que no es ni más ni menos que el disfrute del espectador. El humor y la acción se reparten en dosis adecuadas, salpicado con un poco de tribulaciones amorosas adolescentes a lo que hay que añadir las (míticas) referencias friquis a los fans de estos robots y en general al mundillo de los comics y la ciencia-ficción. En el apartado técnico, como es natural, todo está muy bien logrado, y el ver por primera vez a los robots en pantalla es ciertamente impresionante, quizá serían criticables los frenéticos movimientos de cámara que, sobretodo en la batalla final, hacen al espectador difícil de seguir los acontecimientos, pero a pesar de eso el global de la película es claramente sobresaliente en dicho apartado. El reparto cumple, e incluso Shia Lebeauf, aunque posteriormente no haya vuelto a lograr nada de renombre, resulta ser el hallazgo del momento, sabiendo desenvolverse como pez en el agua y construyendo el retrato arquetípico del adolescente del montón que acaba embarcado en la aventura de su vida. Sobre Megan Fox, bueno, sé que no es políticamente correcto valorar a una actriz por su físico, pero la realidad es la que es, y es que en esta película (posiblemente en la que más auténticamente hermosa estaba) se convirtió en el sueño de todo el público masculino de la audiencia y, al menos en mi caso, nos hizo soñar un poco más con ser ese adolescente del montón que era Sam Witwicky, que termina la película habiendo cumplido el sueño de cualquier chico.
Desde luego se podrían decir cosas negativas de la cinta, como algunas ya mencionadas, a las que habría que añadir la relativa poca fidelidad a los personajes en los que se basa o el cierto patrioterismo yanqui que impregna la película. Pero no creo que se pueda decir en modo alguno que Transformers no es una buena película de entretenimiento.
Puede que influyera el hecho de que es la primera, de que todo era fresco y nuevo, de que todo sorprendía, pero el caso es que es una película bien hecha, divertida y espectacular, que cumple su cometido y brinda un entretenimiento mucho más que digno. Al final, como los juguetes en los que se basa, Transformers es mucho más de lo que tus ojos ven.