Un argumento delicioso para un clásico delicioso, en el contexto de una dura crítica cinematográfica contra el matrimonio.
Tres mujeres a punto de partir con unos niños para unas actividades camperas reciben justo antes de embarcar una carta de una vieja amiga, en la que les confiesa cuánto las quiere, y que uno de sus maridos se ha fugado con ella. A partir de ahí asistimos a las imágenes retrospectivas de la vida conyugal de cada una de ellas, en una especie de periplo detectivesco en el que el espectador debe adivinar cuál ha sido el marido infiel, y las causas que han llevado a semejante desaguisado.
Interpretaciones excelentes a la vieja usanza de el cine clásico. Blanco y negro envolvente y cautivador. Miradas y labios sensuales acrecentados por la fotografía, y realzados por una sensualidad erótica a cada fotograma.
Y por encima de todo, la mano maestra de Mankiewicz, tan excelente director de mujeres como Cukor, y tan culto y erudito como para desentrañar la existencia humana en cada uno de sus planos.