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España España · León
Voto de Fuman2:
8
Romance. Drama. Comedia Holly Golightly es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer madura. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que siempre me había parecido muy pastelera. Muy blanda, muy acaramelada, vamos. Pero vista ahora me ha gustado bastante más. Debe ser que he aceptado las reglas del juego. O sea, que una chica de pueblo que vive de los hombres pueda tener ese aspecto distinguido, y ese glamour y esa belleza angelical de Audrey Hepburn. Aceptar también un N.Y. idealizado, donde todo el mundo es bueno y el máximo problema que puedas tener es el vecino oriental del ático.
Lo cierto es que Blake Edwards no está interesado en hacer una obra de corte social, tipo Pasolini, ni sacar a la luz las lacras de la gran ciudad, ni tan siquiera hacernos meditar demasiado sobre la soledad o la conveniencia de aceptar las normas de convivencia al uso.
Lo que quiere es entretener, y lo consigue. Desde la primera escena todo es trepidante. Apenas coinciden en la puerta la bella provinciana y el galán del pelo esculpido, y ya ella se escapa por la ventana y sube por la escalera de incendios a la habitación de él. Luego todo son encuentros y desencuentros, con personajes que se interponen, bien la amante-protectora de él, el ex marido pueblerino de ella o ese delirante José Luis de Villalonga con todo el aceite de Jaén lustrando su negrísima cabellera.
Y hay que hacer aquí un inciso. Es sorprendente la capacidad de los americanos para introducir en sus películas los tópicos hispanos de la manera más exagerada e inexacta posible. Tienen que hacerlo a posta, porque no pueden ser tan ignorantes. Ese mix entre torero y aristócrata es tremebundo.
La película es uno de esos guisos en que los ingredientes son los convenientes y están colocados en el momento y la proporción adecuados. Hay comedia romántica, hay humor, hay ternura, un poco de amargura, reflexión de fondo sobre si es posible vivir siempre en la nube y moraleja final. Todo muy bien maridado con una música agradable y eficaz. Y está Gato, el minino sin nombre, que es como un elemento de cohesión en la historia. Y ese Mickey Rooney transformado en oriental de chiste. Algunas escenas tienen sabor a cine clásico y son a la vez premonitorias de lo que será la obra posterior. Por ejemplo ese multitudinario guateque que hace pensar en el camarote de los Marx y nos lleva hacia la hilaridad incontenible de la comedia de Edwards titulada precisamente así en español: "El guateque".
Todo está muy bien como está y no hay que buscarte tres pies al Gato; que, por cierto, está fabulosamente entrenado.
Ahora ya solo me queda revisar "Dos en la carretera", otra obra mítica que me aburrió en su momento bastante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Fuman2
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