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España España · ourense
Voto de Aresano:
3
Comedia. Romance Los Ángeles, años 30. En la meca del cine, el joven recién llegado Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg), sobrino de un poderoso agente y productor de Hollywood (Steve Carrell), se enamora de Vonnie (Kristen Stewart), la guapa secretaria de su tío Phil. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2016
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
De nuevo arrastrado por mi mujer fui a ver la última comedia ( ? ) de Woody Allen. Pongo el signo de interrogación en lo de "comedia" porque, aunque a mi no me hizo ninguna gracia (NADA), mi mujer no paraba de reirse. Con lo que se ve que el humor inteligente no es para mi. Tendré que conformarme con ser terriblemente atractivo, ¿que le vamos a hacer?. Así, desde mi punto de vista de guapo tonto, creo que para este viaje no era necesaria tanta alforja. Porque, al final, todo este tostón sólo sirve para contarnos lo de siempre, que el amor es irracional y que, como decía Pascal, el corazón tiene razones que la razón no entiende (toma ya. El tonto) Da igual que estés con la persona perfecta para ti que si el corazón te guía en otra dirección ...
Y digo que es un tostón porque la película se hace larga, larguísima. Y no lo es. Poco más de hora y media. Y se hace larga porque, aparte de un par de gracietas propias de una tira cómica (y aquí Woody Allen tira de experiencia), no hay comedia, ni hay drama, ni hay nada. Es plana. Y esto es así porque igual que una golondrina no hace verano unos chistecillos sueltos no hacen comedia. Y ya sé que criticar a Woody Allen es ponerse una diana en la frente para que todos los gafapasta del mundo te den caña, pero es que la peli es aburrida. Me vino a la cabeza la fábula del Rey desnudo. Un famoso costurero vende al Rey un traje fantástico hecho con una tela tan especial que sólo la gente inteligente lo puede ver. Para no quedar como tontos todo el mundo exalta la belleza del traje nuevo del Rey, hasta que un niño inocente grita: "Pero qué traje ni que cojones? (traducción libre) Si va en pelotas !!!." Y en ese momento todos se dieron cuenta de dos cosas: 1.-que el famoso costurero los había timado a todos y 2.- que el Rey estaba de un gordo que daba asco mirar para él (lo cual dio origen a un boom de los gimnasios en el reino, pero esa es otra historia).
No digo yo que el bueno de Woody Allen sea un timador, pero empeñado como está en sacar una peli al año es comprensible que algunos años tenga que poner el automático y tirar de plantilla mientras prepara una buena historia. El problema es que últimamente parece que abusa de esa plantilla y acaba haciendo siempre la misma película. Siempre la misma receta. Una historia muy básica envuelta en jazz, pedantería y algún chistecillo suelto. Así también hago yo una peli al año. Y 6. Será la edad (recordar aquí que en 2017 Woody cumplirá 435 años). La misma edad que le obliga desde hace tiempo a permanecer exclusivamente detrás de la cámara y poner a un imitador que camine como él, actúe como él y sobre todo y por encima de todo tartamudee como él. Eisenberg cumple perfectamente con lo que se le pide y se descubre aquí como un buen imitador. A mi, sinceramente, tanto tartamudeo me pone de los nervios. Pero bueno, es lo que se le pedía y es lo que hace. Cumple. Lo de las chicas ... . Kristen Stewart es aburrida hasta decir basta. De verdad, creo que vi algún mosquito este verano con más sangre que esta chica. Tan aburrida me parece que ni guapa la veo (y eso que pasa por ser una de las tías más buenas del mundo). Igual es por el asco que le cogí después verla rodeada de vampiros sosainas y hombres lobo metrosexuales. Vete tú a saber. La que si me parece guapa guapa es Blake Lively. Tan guapa como desaprovechada a lo largo del film. No pinta nada. Su papel es necesario para la historia, así que se cubre y ya está. Sin más. Lo importante es la otra historia. Y
de repente Steve Carrel. De los actores de la película es el mejor con diferencia. Juega en otra liga. Él es lo mejor de la peli. Por lo demás, poquito que llevarse a la boca, aún reconociendo que la factura es perfecta, propia de un artesano del oficio. Aunque claro, qué menos se puede esperar de un señor que ya estaba ahí cuando los Lumiere inventaron el cinematógrafo ...
Aresano
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