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Voto de Nadja:
7
6.5
11,867
Drama
Tras haber luchado en la Primera Guerra Carlista, Martín vuelve a su caserío familiar en Guipúzcoa y allí descubre con sorpresa que su hermano menor, Joaquín, es mucho más alto de lo normal. Convencido de que todo el mundo querrá pagar por ver al hombre más grande sobre la Tierra, ambos hermanos se embarcan en un largo viaje por Europa en el que la ambición, el dinero y la fama cambiarán para siempre el destino de la familia. Una ... [+]
24 de febrero de 2018
53 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película que es un alarde continuo de prodigios. A nivel estético, técnico y narrativo. Por no hablar de la lograda ambientación histórica. Goza de unos planos cargados de una belleza embriagadora a la que es imposible resistirse. Estos están acompañados de una historia emotiva y desgarradora que no solo se centra en un tema si no que indaga de forma notable lo que significa el amor por la familia y la tierra, la lucha por adaptarse de los que son condicionados por su propio físico, la ambición , la codicia y lo grotesca que puede llegar a ser la falta de sensibilidad y la maldad humana para con los que son diferentes al resto. Inspirada en una leyenda de principios del XIX en el País Vasco ; nos habla sobre el gigante de Altzo y allí donde se mezclan realidad y ficción vamos descubriendo un cuento en el que comenzamos a crecer al mismo ritmo acelerado que Joaquin.
Y es que el argumento de Handia nos sitúa en plena guerra carlista en un caserío de Guipúzcoa donde un padre debe decidir que hijo ira al ejercito y cual permanecerá a su lado. Una decisión que cambiara el rumbo de sus vidas. Dos hermanos que podrían haber aprovechado el tiempo que pasaron juntos para entenderse y darse afecto pero que se verán separados por el gigantismo de uno de ellos y la codicia del otro.
Y de este modo sera como Martín, el hermano que marcho a la guerra volverá a su antigua casa y recuperara todo lo que creia que su hermano le habia robado. Aprovechándose de su deformidad y asfixiados por la deuda familiar emprenderán un curioso periplo a lo largo del mundo en el que Joaquin sera un espectáculo humano que deberá afrontar con entereza una humillación tras otra para ganar un poco de dinero con el que ayudar a su familia.
Pero en el fondo lo único que quería Joaquin era vivir en el caserío con su familia, sus vecinos y la chica de la que estaba enamorado. Tener una familia y ser normal. Poder llevar una vida pacifica y larga.
Por el contrario Martín tenia sueños de fama y fortuna. Quería marcharse lejos y volver con un nombre. Quería ser grande porque se sentía constantemente inferior por ser el hijo rechazado, por ser el amante al que no se elige, por quedarse con un brazo inservible tras la guerra.
Ambos hermanos acaban fusionados en un mismo cuerpo y en una misma alma sin saberlo.
Y al final asistimos a una metamorfosis de duelos y reconciliaciones que llegan demasiado tarde. De sentimientos encontrados y perdidos para siempre. De redenciones que a pesar de todo nos devuelven el amor perdido y la humanidad que siempre debimos tener.
Hace falta mas cine como este. Un cine que hable de valores tan importantes como lo que significa realmente querer a otros o aceptar a los que son diferentes.
Un cine que sea bello por fuera y por dentro.
Tan bello y tan grande como es Handia.
Porque el cine en España aun puede ofrecernos grandes películas.
Gracias Jon Garaño, gracias Aitor Arregi.
Habéis creado una historia con un corazón mas grande que el de vuestro gigante de Altzo. Dejo en el spoiler las mejores escenas.
Y es que el argumento de Handia nos sitúa en plena guerra carlista en un caserío de Guipúzcoa donde un padre debe decidir que hijo ira al ejercito y cual permanecerá a su lado. Una decisión que cambiara el rumbo de sus vidas. Dos hermanos que podrían haber aprovechado el tiempo que pasaron juntos para entenderse y darse afecto pero que se verán separados por el gigantismo de uno de ellos y la codicia del otro.
Y de este modo sera como Martín, el hermano que marcho a la guerra volverá a su antigua casa y recuperara todo lo que creia que su hermano le habia robado. Aprovechándose de su deformidad y asfixiados por la deuda familiar emprenderán un curioso periplo a lo largo del mundo en el que Joaquin sera un espectáculo humano que deberá afrontar con entereza una humillación tras otra para ganar un poco de dinero con el que ayudar a su familia.
Pero en el fondo lo único que quería Joaquin era vivir en el caserío con su familia, sus vecinos y la chica de la que estaba enamorado. Tener una familia y ser normal. Poder llevar una vida pacifica y larga.
Por el contrario Martín tenia sueños de fama y fortuna. Quería marcharse lejos y volver con un nombre. Quería ser grande porque se sentía constantemente inferior por ser el hijo rechazado, por ser el amante al que no se elige, por quedarse con un brazo inservible tras la guerra.
Ambos hermanos acaban fusionados en un mismo cuerpo y en una misma alma sin saberlo.
Y al final asistimos a una metamorfosis de duelos y reconciliaciones que llegan demasiado tarde. De sentimientos encontrados y perdidos para siempre. De redenciones que a pesar de todo nos devuelven el amor perdido y la humanidad que siempre debimos tener.
Hace falta mas cine como este. Un cine que hable de valores tan importantes como lo que significa realmente querer a otros o aceptar a los que son diferentes.
Un cine que sea bello por fuera y por dentro.
Tan bello y tan grande como es Handia.
Porque el cine en España aun puede ofrecernos grandes películas.
Gracias Jon Garaño, gracias Aitor Arregi.
Habéis creado una historia con un corazón mas grande que el de vuestro gigante de Altzo. Dejo en el spoiler las mejores escenas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Me ha cautivado por completo la escena donde Joaquin ve a una ballena en el mar. Un ser salvaje y bello cuya naturaleza es incomprensible para los demás. Alguien como el. Que no encaja y que no pertenece al mundo en el que habita pero que sin embargo se siente profundamente unido a la tierra en la que vive. Ligado al sitio al que lo vio nacer. Amando el escenario que sera su sepulcro con absoluta y compleja adoración. Y es que luego vemos a Joaquin hundirse en ese mar y nos preguntamos. ¿Porque tuvimos que nacer humanos con tan poca humanidad?
Te rompe el corazón la escena donde Joaquin quiere volver a casa porque es el único sitio donde cree que puede vivir con normalidad sin ser un espectáculo. Siendo solo Joaquin, sin que nadie lo llame el gigante o el coloso. Y de pronto descubre que hasta para sus seres mas queridos ha dejado de ser Joaquin para convertirse en un fenómeno de feria.
El final cuando Martin descubre que el hermano al que habia vendido para enriquecerse y cumplir sus sueños le habia dejado toda su herencia es desolador. Porque aunque todo estaba condicionado para que se odiaran desde un principio, en el fondo Joaquin lo amaba con todo su corazón.
Aunque se aprovechara de su anomalía para salir adelante, aunque le robara todo lo que tenia.
Tal como se dice en una escena al final el hueco que dejo Joaquin con su muerte lo lleno dentro de su hermano. En un rincón donde parecía no haber nada. Y hasta los borrachos de los bares hablan del gigante con un solo brazo que no sabia hacer nada porque perdió la movilidad de su brazo en la guerra carlista. Ese que se ha desfigurado con el paso del tiempo hasta convertirse en una leyenda pervertida por la fantasía.
Y es que Joaquin y Martín siempre fueron dos caras de una misma moneda en la que nunca supieron verse hasta el inevitable final.
Te rompe el corazón la escena donde Joaquin quiere volver a casa porque es el único sitio donde cree que puede vivir con normalidad sin ser un espectáculo. Siendo solo Joaquin, sin que nadie lo llame el gigante o el coloso. Y de pronto descubre que hasta para sus seres mas queridos ha dejado de ser Joaquin para convertirse en un fenómeno de feria.
El final cuando Martin descubre que el hermano al que habia vendido para enriquecerse y cumplir sus sueños le habia dejado toda su herencia es desolador. Porque aunque todo estaba condicionado para que se odiaran desde un principio, en el fondo Joaquin lo amaba con todo su corazón.
Aunque se aprovechara de su anomalía para salir adelante, aunque le robara todo lo que tenia.
Tal como se dice en una escena al final el hueco que dejo Joaquin con su muerte lo lleno dentro de su hermano. En un rincón donde parecía no haber nada. Y hasta los borrachos de los bares hablan del gigante con un solo brazo que no sabia hacer nada porque perdió la movilidad de su brazo en la guerra carlista. Ese que se ha desfigurado con el paso del tiempo hasta convertirse en una leyenda pervertida por la fantasía.
Y es que Joaquin y Martín siempre fueron dos caras de una misma moneda en la que nunca supieron verse hasta el inevitable final.