Si ya después de su discutible éxito con Lost in Translation me quedaron muchas dudas del futuro de Sofia Coppola, viendo este videoclip largo que ha hecho con esta historia basada en sucesos reales se ha salido de la escala. Menos mal que apenas dura una hora y media, porque si dura diez minutos más sería además de indignante un exceso de duración más allá de lo razonable incluso para un bodrio como éste. Qué manera de desaprovechar a dos buenas jóvenes actrices como Emma Watson y TaissaFarmiga, que pienso que han escogido este proyecto para alejarse de sus papeles característicos. La historia es un panfletín absurdo de niños ricos con sus drogas y sus excesos, pero es que no hay nada más. Es una película insustancial y una pérdida absoluta de tiempo para cualquiera que no considere a Lindsay Lohan o Paris Hilton su modelo de vida.