La realidad supera la ficción, en esta solvente historia sobre uno de los robos más sofisticados de los últimos años.
Los elementos que piensan que son ficticios son los más reales.
Sencilla de entender en todos los pasos del plan, y su fino humor para empatizar con los personajes, buen ritmo e intriga. Además de una narración bien construida, casando varias canciones con la historia.

Química en el excelente reparto, ayuda a generar la tensión creciente de la película.
De las mejores películas argentina.


Lo mejor: Diego Peretti y Guillermo Francella.
Lo peor: Una parte del final algo flojo.