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Voto de El Golo Cine:
8
7.7
69,558
Bélico
Chris (Charlie Sheen) es un joven e inexperto soldado norteamericano es enviado a la frontera entre Vietnam y Camboya para incorporarse a un pelotón, en pleno frente de batalla contra las tropas norvietnamitas. Además de la crueldad de la guerra, tendrá que sufrir las difíciles relaciones con sus camaradas... Oscarizada primera entrega de la trilogía de Stone sobre la guerra de Vietnam. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Platoon (1986), trágica y épica a la vez, sigue a un grupo de soldados estadounidenses durante la Guerra de Vietnam, en la que además se enfrentan dos visiones sobre el mundo. Ganó el Oscar a mejor película. Dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Charlie Sheen.
Por Nicolás Bianchi
A la guerra llegan jóvenes, mancebos tal como dice la cita bíblica con la que Oliver Stone abre el film, que allí se convierten o en cadáveres que vuelven en bolsas negras o en hombres con el rostro desfigurado por la experiencia infernal de Vietnam. Los personajes de Platoon no tienen pasado ni hogar ni novia a la que regresar, sino que lo único que importa es el presente que se desarrolla en una selva húmeda, insoportable, cargada de trampas, insectos y otras alimañas.
Chris (Charlie Sheen) es el novato y el más nuevo integrante del pelotón al que se refiere el título de la película. Dentro de esa unidad militar se encontrará con dos personajes que constituyen polos opuestos. Barnes (Tom Berenger), cuya cara la guerra ya marcó con grandes cicatrices, es brutal y violento. Interpreta a la guerra como una operación que se asemeja a una masacre. En cambio, Elías (Willem Dafoe) es un soldado atildado que, si bien busca cumplir con sus misiones, no ha perdido la humanidad, ya sea para el trato con los pares como con los enemigos.
A la par que se desarrolla la historia de los personajes, Stone, como en toda su obra, reviste a las imágenes de un muy marcado contenido político. Lo primero que queda en claro es el despropósito de la guerra, en la que los jóvenes soldados avanzan por la selva sin saber muy bien qué están haciendo ni cuáles son sus objetivos. Algunos interludios en los que se intercalan planos de cierta belleza, durante un atardecer por ejemplo, con música instrumental de aire melancólico y fatal, aportan a la idea de que todos tarde o temprano caerán en algunas de las trampas que los vietnamitas tendieron en la jungla.
Más adelante el director equipara al accionar del ejército estadounidense con las prácticas del nazismo. En ese sentido, la secuencia en la que el pelotón entra a un poblado de campesinos presenta escenas de un contenido durísimo que ejercen una denuncia sobre lo que sucedió en aquella guerra. Después, cuando luego de una batalla se exhibe a una topadora arrastrando tierra y cadáveres a una fosa común, o a un par de soldados revoleando allí dentro a un vietnamita muerto, las imágenes directamente remiten al material que se conoció sobre los campos de concentración nazi luego de terminada la Segunda Guerra Mundial.
Lo que distingue al pelotón, y por elevación a Estados Unidos, es que dentro se produce un debate. El líder militar del escuadrón es Wolfe (Mark Moses), un personaje sin carisma que no ejerce ningún tipo de liderazgo. El centro de la escena, entonces, es ocupado por Barnes y Elías. Barnes es un verdugo que solo puede ser detenido por Elías, a punto tal que se podría pensar que los personaje representan, lisa y llanamente, el bien y el mal.
Por Nicolás Bianchi
A la guerra llegan jóvenes, mancebos tal como dice la cita bíblica con la que Oliver Stone abre el film, que allí se convierten o en cadáveres que vuelven en bolsas negras o en hombres con el rostro desfigurado por la experiencia infernal de Vietnam. Los personajes de Platoon no tienen pasado ni hogar ni novia a la que regresar, sino que lo único que importa es el presente que se desarrolla en una selva húmeda, insoportable, cargada de trampas, insectos y otras alimañas.
Chris (Charlie Sheen) es el novato y el más nuevo integrante del pelotón al que se refiere el título de la película. Dentro de esa unidad militar se encontrará con dos personajes que constituyen polos opuestos. Barnes (Tom Berenger), cuya cara la guerra ya marcó con grandes cicatrices, es brutal y violento. Interpreta a la guerra como una operación que se asemeja a una masacre. En cambio, Elías (Willem Dafoe) es un soldado atildado que, si bien busca cumplir con sus misiones, no ha perdido la humanidad, ya sea para el trato con los pares como con los enemigos.
A la par que se desarrolla la historia de los personajes, Stone, como en toda su obra, reviste a las imágenes de un muy marcado contenido político. Lo primero que queda en claro es el despropósito de la guerra, en la que los jóvenes soldados avanzan por la selva sin saber muy bien qué están haciendo ni cuáles son sus objetivos. Algunos interludios en los que se intercalan planos de cierta belleza, durante un atardecer por ejemplo, con música instrumental de aire melancólico y fatal, aportan a la idea de que todos tarde o temprano caerán en algunas de las trampas que los vietnamitas tendieron en la jungla.
Más adelante el director equipara al accionar del ejército estadounidense con las prácticas del nazismo. En ese sentido, la secuencia en la que el pelotón entra a un poblado de campesinos presenta escenas de un contenido durísimo que ejercen una denuncia sobre lo que sucedió en aquella guerra. Después, cuando luego de una batalla se exhibe a una topadora arrastrando tierra y cadáveres a una fosa común, o a un par de soldados revoleando allí dentro a un vietnamita muerto, las imágenes directamente remiten al material que se conoció sobre los campos de concentración nazi luego de terminada la Segunda Guerra Mundial.
Lo que distingue al pelotón, y por elevación a Estados Unidos, es que dentro se produce un debate. El líder militar del escuadrón es Wolfe (Mark Moses), un personaje sin carisma que no ejerce ningún tipo de liderazgo. El centro de la escena, entonces, es ocupado por Barnes y Elías. Barnes es un verdugo que solo puede ser detenido por Elías, a punto tal que se podría pensar que los personaje representan, lisa y llanamente, el bien y el mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ambos morirán, pero no de la misma manera. Elías es traicionado y su figura es tomada en contrapicado, o sea de abajo hacia arriba, como si su muerte significara, con los brazos en cruz, su ascenso al cielo. En cambio el traidor o Judas, Barnes, es mostrado arrastrándose en el barro, desde el punto de vista de un hombre que está parado frente a él. La referencia bíblica, la música de aire trágico y cierta composición visual proporcionan un lenguaje que la película utiliza para matizar la intervención estadounidense en Vietnam. Fue un horror comparable con el que generaron los nazis pero, a diferencia de aquel entonces, también hubo héroes dentro del bando de los villanos.
Está disponible para alquiler en distintas plataformas (Movistar Play, iTunes y Google Play), y también se consigue online. Contacto: [email protected].
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