No sabía el presidente de Disney, Michael Eisner, lo mucho que le iba a doler la cabeza cuando uno de los mandamases en la animación de la empresa, Jeffrey Katzenberg, se marchaba para formar su propia compañía junto a David Geffen y Steven Spielberg. De momento, sus "AntZ" fueron infinitamente mejores que sus "Bichos", y aunque Pixar haya ayudado notablemente a que Disney no se hundiera y se convirtiera en una empresa de juguetes y parques temáticos, producciones como "Shrek" han arrasado en taquilla, situando a Dreamworks en un lugar hegemónico en el mundo de la animación. Su nuevo Film, "Kung Fu Panda" no solo bebe de la mejor tradición en las comedias con personajes "humanizados" al mejor estilo Disney -tendríamos que remontarnos a "La Dama y el Vagabundo", o "La Bella y la Bestia"- sino que también recupera toda la tradición del género de las artes marciales en una historia que sitúa al animal más vago de toda China, el oso Panda, como el elegido para convertirse en el legendario e invencible Guerrero Dragón, compitiendo con los grandes maestros de los estilos del tigre, el mono, la mantis, la grulla y la serpiente. Además de todo ello, el maestro de maestros, Shifu, tendrá que morderse la lengua y entrenar a Po, este zambullo personaje cuya única fijación más que el Kung Fu, es ponerse morado de comer. En este divertido contexto, el film utiliza el tono épico justo para conservar el tono de aventuras típico de estas películas, entresacándolo con un fino sentido del humor que le permite además ironizar sobre la familia y la tradición. No hace falta hablar de las excelencias técnicas del film, que resulta esplendoroso a cada plano -incluyendo las espectaculares coreografías de lucha de los personajes, así como los decorados-. Utilizando la misma técnica de "AntZ" (es decir, filmar a los actores de doblaje mientras que leen los diálogos y luego copiar sus expresiones en los dibujos animados que van a interpretar, de manera que podemos ver perfectamente a Dustin Hoffman en los movimientos de Shifu, a Jack Black en la cara del Oso Panda Po o a Angelina Jolie en la cara de la tigresa maestra de artes marciales) el resultado ha sido realmente gratificante, comprobando que sigue incólume el liderazgo de Dreamworks en la animación cinematográfica generada por ordenador, porque lo realmente importante no es la perfección de los dibujos, ni la excelencia técnica... sino el guión y la realización, el contar en imágenes una historia tan fascinante como esta. No sabe ná el Spielberg...