Pues me ha dejado sensaciones enfrentadas. Por un lado, una grata sorpresa en cuanto a efectos especiales (cara, muy cara ha debido de costar la peliculilla) y banda sonora. Por otro, un repelente Jake Gyllenhaal emulando a Kevin Sorbo en "Hércules" con ese pelo acondicionado que se pasa toda la película de salto en salto: horrible y mareante. Gemma Artenton en el papel de princesa exuberante sin serlo y con unos gestos planos y sin emociones. Rescato a algunos secundarios, ya perros viejos en estas lides, como Kingsley o Molina (su papel es uno de los más acertados). Y la historia pues no tiene mucha miga. Con una puesta en escena que recuerda a "El rey escorpión" y en partes a "Piratas del Caribe", nos cuentan un complot en el seno de una familia de gobernantes en donde se asesina al rey y se pelean por coger el trono y salvar una daga de los dioses que conservarán a la humanidad por los siglos de los siglos. Todo esto aliñados con los típicos diálogos Disney, muy infantiles la mayor parte de ellos. Por supuesto, todo entre salto y salto del príncipe canguro.