Quien conozca el universo visual de Del Toro saben que la película ronda la perfección. Esa recreación de los años 50 en EEUU es maravillosa. Ahora bien, la historieta se las trae. Como en el "laberinto del fauno" recurre a una fórmula prácticamente de cuento infantil para contar su historia y... no funciona... La historia queda impostada por una fantasía absurda que sólo encierra el más absoluto vacío... Es cierto que "la forma del agua" cautiva por sus imágenes y el desarrollo de la trama; escenas kitsch como las que se producen en su domicilio, bailando o cuando la casa se inunda recuerdan incluso a Jeunet y Caro y son una joya de la escenografía; pero lo de los magreos con el pescado ese viene como muy cogido por los pelos y al final lastra toda la película... Y cuando sales, es como cuando pruebas un vino sin fondo, al principio parece sabroso, pero termina fundiéndose en tu paladar en la más absoluta insustancialidad. Una lástima.