Bob Ribs es un joven que no ha asentado la cabeza. Se escapa de la carcel junto a otro presidiario y en la huida asesinan a un hombre para robarle el coche. Bob (Redford) se queda solo y decide ir en dirección a su pueblo natal. Las noticias pronto llegan a la población donde una masa de gente enfervorizada por el alcohol le espera pistola en mano. El sheriff, extraordinariamente interpretado por Brando, se muestra como el único billete que tiene Bob para salvar la vida, pero es uno entre decenas...
Arthur Penn nos propone una gran pelicula de acción con claros destellos de cine negro, cuyo momento cumbre roza la máxima puntuación en la soberbia escena de la comisaría, en la que la tensión argumental, relajada hasta entonces, termina de dar un vuelco y te hace incorporarte del sofá esperando que el nivel se mantenga. Obviamente, y desde mi punto de vista, si esto sucediera estariamos ante una pelicula diez, pero el tramo final, no está del todo a la altura, aunque no es que sea flojo ni mucho menos, pero la sensación que te queda es la de pequeña decepción ante el cariz que habían cojido los acontecimientos.
Muy buena pelicula, muy entretenida, y con una visión un tanto exagerada (espero) de la sociedad de los años 60 en la america profunda.