No es una mala película, encuentra su mérito en saber seguir la historia del 2004 con la misma esencia como si nada hubiera pasado, todo más grande y con más acción. Entre otras características positivas, se ensalzan las escenas de Bob lidiando con la paternidad, lo mejor de lejos de la película. También es genial que nos hayan mostrado más de esos secundarios geniales a los que apenas vimos en la primera (Frozono, Edna, Jak-Jak, éste último se roba cada escena) y también conocemos mucho más a fondo a Violeta.
Pero no todo es perfecto en está película, que queda muy atrás con otras de Pixar. Aquí Pixar entrega su carisma a favor de lo previsible, y se pierde todo el discurso existencialista que nos brindó la primera hora de la primera película. Hay más superhéroes, más acción, pero menos corazón y cerebro.
Por otro lado, los nuevos secundarios son horribles, desde los superhéroes (patéticos) al lamentable y previsible a más no poder villano.