Cine negro del bueno, pero con un toco de frecura y originalidad gracias a la maestría de Bryan Singer. Una serie de delincuentes coninciden en la celda de una carcel detenidos provisionalmente, son "invitados" a trabajar en un asunto para un tipo que es una leyenda, un fantasma, que nadie lo ha visto jamás, pero que sus fechorías son más que conocidas. Pero poco a poco el rumbo de los acontecimientos darán un vuelco, y luego otro, así hasta dejarnos alucinados con el extraordinario, y digo, extraordinario final que nos tiene reservado el film. Una obra magnífica que hará las delicias del buen entendido de cine