Coincido con los Premios Oscar del año 2005 otorgados a “El aviador”, una buena y grandiosa película del aún mejor cineasta Martin Scorsese. Nominada en 11 categorías “El aviador” al final logró 5 - Mejor Diseño de producción, Fotografía, Vestuario, Actriz de reparto (majestuosa Cate Blanchette) y Montaje- aunque el sexto para DiCaprio se escapó por los pelos.
DiCaprio (Oscar a Mejor actor por “El renacido”) se mete en la piel de Howard Hughes (1905-1976), emprendedor y arriesgado, además de peculiar, que lo fue todo para el mundo del cine y de la aviación de los años 30. Como productor de cine pasó a la historia por “Los ángeles del infierno” (1930) y como empresario por comprar gran parte de las acciones de la compañía de aviación TWA, cadenas hoteleras, restaurantes... además fue fundador del centro médico de investigación que lleva su nombre,(considerado todavía hoy como uno de los centros de investigación más importantes de los EEUU en el campo de la genética y de cuyos laboratorios han salido 13 Premios Nobel), piloto, diseñador de aviones (“Hughes H-1 Racer”, H-4 Hércules)… vamos, todo un personaje.
Maniático, excéntrico y ambicioso Hughes siempre vivió al límite del precipicio desbordado por sus continuos Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC) que le arruinaron la vida, llevándole hasta la autorreclusión y abandono hasta el día de su muerte.
"El aviador" es una excelente cinta - como era de esperar del gran Scorsese- aunque peca de un excesivo metraje de casi 3 horas. Esa media horita que le sobra se le perdona después de ver su sobresaliente fotografía y puesta en escena por la que desfila un mayestático y glorioso reparto: Leonardo DiCaprio, Cate Blanchett, Alec Baldwin, Alan Alda, John C. Reilly, Ian Holm, Danny Huston, Willem Dafoe… ¿quién da más?