Me oprime y abruma el personaje que interpreta Laure Calamy en “A tiempo completo”, segunda película del cineasta Eric Gravel. Es tan real y sincera su interpretación que te metes sin darte cuenta en los huesos de esta madre separada con dos niños pequeños que tiene cada día que viajar hasta París para trabajar como camarera de habitación de un hotel de lujo. Su vida, que ya de por sí es complicada, se vuelve caótica cuando en Francia estalla una huelga general que paraliza todo el transporte público. Laure Calamy nos transmite su angustia y preocupación, subrayada por un frenético montaje y una atronante banda sonora compuesta por la artista Irène Drésel.
La cinta fue doblemente galardonada en la sección Horizontes en el Festival de Venecia 2021: premio a Mejor actriz y a Mejor Director (Horizontes es una sección paralela que tiene como objetivo mostrar las obras de autores jóvenes).
“A tiempo completo” cuenta una pequeña y cotidiana historia- una madre divorciada que trabaja lejos de su casa en principio no es un tema muy seductor- pero cuyo mérito es que Gravel y Calamy nos lo saben contar