Son muchos los adjetivos que le calzan a "El club" (2015), entre ellos provocadora, oscura y persuasiva en el sentido de no dejar indiferente a quien la ve, de contar un relato enigmático, que a ratos desconcierta y explota el morbo y la intriga.

Pablo Larraín hace un film más inteligente y astuto del que pudiera pensarse. Su guión (Calderón - Villalobos - Larraín) es una joya, preciosa en su oscuridad, que alterna en la ambigüedad de los roles de los protagonistas y juega con la empatía y resquemores de los espectadores.

Evocar algún tópico que vincule a la iglesia es un gancho que resulta atractivo "per se", pero si el manejo es bueno puede volverse épico. "El club" pese a no ser quizás para todos los públicos, tiene méritos sólidos para ser reconocida: Es provocadora, tiene actuaciones notables, un guión hipnotizante y una dirección con temple y muy audaz. Como contra, tiene diálogos para adultos que pueden herir susceptibilidades. Una pena para quienes se lo pierden.

En poco más de una hora y media, a ritmo aparentemente cansino pero con una tensión latente que se mantiene, la película con todo lo explícita que se vuelve se hace más y más disfrutable. Los roles van decantándose como un buen vino, adentrándose en sus perfiles apenas disimulados en un comienzo y terminan añejados revelándose al público. Una metamorfosis que se ve contadas veces.

Recomendaría "El club" por su estilo particular, poco habitual, de mezclar oscuridad, temáticas incómodas, humor negro, jugar con las empatías. Es estrictamente para mayores y su tono es superior, en muchos sentidos.

Recomendación:
Muy buena. Excelente. Tan peculiar y sórdida como genial con sus matices y oscuridades. Sólido guión, elenco y dirección.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com