Lo lindo de ver y disfrutar John Wick es que:
Si no te aburrió ver esos planos anodinos, ni las repetitivas muertes de los crush-dummies rusos;
Si ni echaste de menos el inexistente argumento, ni necesitás humor en una película tonta;
Si no te cansan esos planos filmados con Drone para ubicarnos en una supuesta ciudad;
Si no necesitás actores que actúen, ni el más mínimo contenido escénico;
Si ya te aburrieron los giros argumentales, y podés prescindir de las subtramas...

el día que veas una con Steven Seagal como Alerta Máxima II, o una de John Woo, o incluso, sin querer, enganches en el cable un pedacito de Commando, protagonizada por el, ahora si, Shakespierano Arnold Schwarzenegger, vas a tener un ataque de epilepsia intentando procesar la información.

Ver John Wick no es para cualquiera, sólo esa gente muy especial, que disfruta viendo a otros jugar videojuegos, puede paladear este exquisito plato de arroz con puré. Eso sí, arroz recalentado con puré instantáneo, pero sin manteca ni aceite ni sal ni pimienta.

¿Qué pretenden, algo de sabor también? Llénense la panza y a otra cosa. Eso sí, apuren que ya está por salir la 7, la 8, la 9, en el espacio, y la 10: John Wick contra los nazis.

Sepan disfrutar, no sean como esos esnobs a los que les gusta ver películas...