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5.5
17,041
Thriller. Acción. Aventuras. Romance
Simon se educó en un durísimo orfanato y allí tuvo que aprender muchos trucos. Años después, era el más famoso ladrón del mundo, a punto de completar cincuenta millones de dólares en su cuenta. Los mismos empresarios rusos a los que robó un valioso microchip, le contratan para una difícil misión: arrebatar a una bella científica el secreto de la fusión nuclear. (FILMAFFINITY)
10 de mayo de 2016
10 de mayo de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simon Templar es un ladrón de guante blanco, maestro del disfraz, que utiliza como tapadera nombres de santos y que jamás mata a nadie.
Le interpreta Val Kilmer, en una época en la que el actor todavía estaba delgado y no se había sumido en una filmografía llena de bodrios de la que actualmente ya no hay quien le saque.
La película no es un derroche de acción y tiroteos. Más bien va de robos y de intriga en plan “Misión imposible” (aun siendo bastante diferente). Aunque tiene peleas y persecuciones, son en pequeñas dosis y en realidad no es demasiado frenética.
Y es que este santo es un romántico empedernido. Gran parte de la primera mitad de la película se la pasa conociendo y llevándose al huerto a la doctora encarnada por Elizabeth Shue, una empollona que por suerte para él está soltera (una casualidad que le viene sospechosamente bien al argumento) y trabaja en un revolucionario proyecto energético.
A pesar de gastar mucho tiempo en ello, la película no es empalagosa ni solamente apta para ver en San Valentín. Tal vez sea un poco pesada en ese tramo, pero no tanto como para ser un “pasteleo”. De hecho, justo cuando empieza a cansar el tema, da un vuelco y se vuelve a poner interesante, con toda la historia de la mafia rusa y los robos.
El protagonista, aún siendo un ladrón internacional, es demasiado bonachón. Con esos enemigos tan malvados, no resulta demasiado creíble que pueda salirle todo bien sin tener que matar a una sola persona, ni aunque sea de rebote.
No conozco la serie de Roger Moore para poder compararla con ella, así que en ese sentido no sé si la adapta bien o no. Supongo que al ser una producción tan antigua, esta versión la superará al menos en las escenas de acción.
La película es bastante entretenida a pesar de ser muy tranquila. Creo que han equilibrado más o menos bien su parte romántica con el resto de la trama. Eso sí, Kilmer nunca me ha encajado como héroe. Prefiero a los otros actores: Shue y Rade “apellido impronunciable”, ese eterno secundario que casi siempre hace de ruso.
Le interpreta Val Kilmer, en una época en la que el actor todavía estaba delgado y no se había sumido en una filmografía llena de bodrios de la que actualmente ya no hay quien le saque.
La película no es un derroche de acción y tiroteos. Más bien va de robos y de intriga en plan “Misión imposible” (aun siendo bastante diferente). Aunque tiene peleas y persecuciones, son en pequeñas dosis y en realidad no es demasiado frenética.
Y es que este santo es un romántico empedernido. Gran parte de la primera mitad de la película se la pasa conociendo y llevándose al huerto a la doctora encarnada por Elizabeth Shue, una empollona que por suerte para él está soltera (una casualidad que le viene sospechosamente bien al argumento) y trabaja en un revolucionario proyecto energético.
A pesar de gastar mucho tiempo en ello, la película no es empalagosa ni solamente apta para ver en San Valentín. Tal vez sea un poco pesada en ese tramo, pero no tanto como para ser un “pasteleo”. De hecho, justo cuando empieza a cansar el tema, da un vuelco y se vuelve a poner interesante, con toda la historia de la mafia rusa y los robos.
El protagonista, aún siendo un ladrón internacional, es demasiado bonachón. Con esos enemigos tan malvados, no resulta demasiado creíble que pueda salirle todo bien sin tener que matar a una sola persona, ni aunque sea de rebote.
No conozco la serie de Roger Moore para poder compararla con ella, así que en ese sentido no sé si la adapta bien o no. Supongo que al ser una producción tan antigua, esta versión la superará al menos en las escenas de acción.
La película es bastante entretenida a pesar de ser muy tranquila. Creo que han equilibrado más o menos bien su parte romántica con el resto de la trama. Eso sí, Kilmer nunca me ha encajado como héroe. Prefiero a los otros actores: Shue y Rade “apellido impronunciable”, ese eterno secundario que casi siempre hace de ruso.