El argumento de "Prometheus" permaneció prácticamente en secreto hasta su estreno, pero la publicidad la vendía como una precuela de "Alien, el octavo pasajero", la obra de culto también dirigida por Ridley Scott.
Analizando la película sin tener en cuenta ese detalle, se puede decir que se trata de una buena historia de ciencia ficción en la que se tratan muchos temas trascendentes.
Una expedición científica llega a un planeta tratando de dar respuesta a un enigma planteado en distintas pinturas de civilizaciones antiguas. Un planeta con condiciones aptas para la vida que presumiblemente podría estar habitado por una especie inteligente que nos visitó en los albores de la humanidad.
Debemos obviar el hecho de que las constelaciones estelares varíen al caabo de miles de años y no se correspondería con la formación actual, pero eso es un detalle sin importancia.
Este interesante planteamiento nos lleva de la mano de un buen grupo de actores a bordo de la nave "Prometheus" para intentar desvelar un misterio tras otro.
La película está muy bien realizada e interpretada. Los efectos especiales son de serie "A" y el argumento tan interesante hace que las 2 horas se pasen volando. Noomi Rapace es una gran actriz que imprime mucha personalidad y emoción (en momentos dramáticos) a su personaje. Los secundarios están a la altura, con los estupendos Fassbender y Charlize Theron a la cabeza.
La gran lacra de la película es ser una precuela de "Alien", pues si uno trata de relacionar los acontecimientos, se quedan muchísimas lagunas y huecos. Hay muchas preguntas sin respuesta, muchas cosas que no quedan claras en absoluto (spoiler). Aunque sabiendo que hay prevista una segunda parte se supone que algo se aclarará, cosa que no se puede dar por cierta al tener uno de los guionistas de la serie "Perdidos", que era un puro enigma detrás de otro.
¡Ciencia ficción de la buena!