Es una pena que de una historia real tan atractiva como en la que se basa Amenábar haya parido esta auténtica Oda al despropósito.
Todo en ella es desastroso, la dirección no aporta un solo plano que no pudiera hacer un adolescente con un móvil, el guión tiene tanta basura llena espacios que ésta invade la historia, las interpretaciones de Polvorosa y el pseudo actor Alvaro Mel son para que se piensen lo de otra profesión, incluso Manolo Solo acostumbrados como nos tiene a sus interpretaciones de calidad está totalmente sobreactuado.
Mención aparte merece el asunto del doblaje, Movistar se debió dar cuenta e intentó arreglar el desaguisado pero era demasiado tarde, si la ves en versión original con los personajes angloparlantes en su idioma es como un puzzle donde no encajan el cincuenta por ciento de las piezas, pero cuando ya la ves totalmente doblada sientes hasta un desasosiego evidente, la sincronización labial desde luego no es una asignatura aprobada.
Aquel director llamado Alejandro, se ha convertido en un vende humos de libro, y un director autocomplaciente de su falta de rigor.
Desastre por capítulos.