Tenía bastantes ganas de ver esta película por varias razones. Por un lado conozco la adaptación que hizo Chuck Jones del cuento en 1970 y me pareció bastante buena, creo que se puede catalogar de clásico, aunque Jones tiene obras mucho mejores. Por otro me impresionó bastante el aspecto de la película en los trailers. Creo que es la primera vez que en una película de animación 3D se imita tan claramente este estilo "cartoon", humorístico y exagerado, propio de los dibujos tradicionales, un estilo que me encanta.

Pero la película tenía a priori un par de handicaps que finalmente se reflejan en el resultado final. Uno de ellos es que los responsables son los estudios BlueSky, que a pesar de algunos aciertos no tienen un estilo definido, como sí lo tiene Píxar, por ejemplo. Incluso Dreamworks, que no es un estudio que me guste mucho, busca un tono determinado en sus productos.

El segundo problema es que los dobladores originales son todos cómicos más o menos famosos. Esto no debería importarme porque yo he visto el filme doblado, pero sospecho que los famosos han influido mucho en la película, hasta el punto de que se han adaptado los personajes a ellos y se les ha dejado improvisar o intervenir en el guión.

Estos temores y esperanzas se confirman al ver la película. Es un filme visualmente impresionante, colorista y divertido en cuanto a su animación y diseño de personajes pero que no acaba de encontrar un estilo y un tono en lo que quiere contar.

El conjunto es entretenido y funciona por acumulación, no hay momentos muertos, pero la historia y su moraleja podrían haberse contado mejor. Hay situaciones con mucha gracia y otras en las que desearías que la historia se tomara un poco más en serio a si misma. En otros casos , en cambio, sobran los aspectos serios o emotivos, como en toda la historia que afecta al hijo del alcalde, Jojo, que en el corto de Jones es otro personaje con el mismo nombre pero muy distinto aspecto y papel y que aquí se ha convertido en una especie de niño "emo" un poco al dictado de la moda.

Quizá sea el personaje de Steve Carell el más divertido y logrado, siendo distinto al que se usaba en la antigua adaptación.


Una película entretenida y recomendable pero que podría haber sido mucho más en vistas del gran esfuerzo de los animadores y de algunas grandes ideas humorísticas o argumentales. Si esto se hubiera sabido combinar mejor con el espíritu original de la historia podría haberse actualizado con acierto la adaptación de Jones, algo lenta y quizá un poco blanda para los tiempos que corren, pero tal como ha quedado la cosa, sospecho que aquella seguirá siendo un clásico y esta, tristemente, una de tantas, eso sí, con muy buena animación.

Briconsejo final: si tienen oportunidad véanla en versión original, porque sospecho que puede ser mejor. El narrador en castellano ni siquiera cuenta la historia en verso, como creo que se habrá respetado en su doblaje americano.