Un meta homenaje a Nicolas Cage (Arizona Baby) simpático, que sabe reírse de sí mismo pero con mucho respeto por el mítico actor estadounidense. El Insoportable Peso de un Talento Descomunal es una película que basa toda su fuerza en presentar a un actor en su crepúsculo, pero que logra resaltar sus cualidades con sencillez, dotando a la cinta de un encanto particular. El director Tom Gormican (Las Novias de mis Amigos) trata con mucho respeto el material que tiene (guionizado por él mismo) y crea una comedia alocada por momentos y con escenas de acción puntuales (como no podrían faltar en una producción con Cage). Además, crea un vínculo especial entre los dos actores principales, ya que Pedro Pascal (The Mandalorian) está estupendo en ese rol como fan acérrimo de Nicolas. Con una historia sencilla, hayamos una cinta entretenida, muy bizarra donde Cage se lo pasa bien haciendo se sí mismo, y hasta se desdobla con los monólogos con su alter ego Nick Cage, ese tipo más salvaje que le conmina a hacer las locuras que vemos en pantalla.

Junto a estos dos actores principales encontramos a secundarios habituales como Sharon Horgan (Qué Suene la Música), Neil Patrick Harris (Cómo Conocí a vuestra Madre) y ¡ojo! Paco León (Mamá o Papá). A pesar de esta locura de propuesta, la cinta queda curiosa y el resto de intérpretes parecen pasarlo bien en una producción nada ambiciosa que procura homenajear a un actor al que hay que reconocerle todo lo que ha hecho por el cine, demostrando que tiene un gran sentido del humor y no le importa reírse de sí mismo si la empresa lo requiere. Una película recomendada para pasar un rato divertido y olvidarse del mundanal ruido, sin más pretensiones que la de hacernos reír y disfrutar de la actuación de este dúo de intérpretes (Pascal/Cage) que demuestran pasarlo muy bien juntos delante de las cámaras. Sólo esa química que desprenden entre sí, merece la pena el visionado.