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Voto de Pedro_MG:
4
4.1
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Thriller. Acción
Kelly Markman decide abandonar a su marido Lawson, un oficial de policía. En mitad de la noche, conduce su coche alejándose de su hogar, pero comete un gran error: recoger a Justin, un autostopista que resulta ser un psicópata que busca al doctor Hardy. La persecución de Lawson para salvar a su mujer, aterrorizada por la demencia de Justin, es cuestión de vida o muerte. (FILMAFFINITY)
5 de julio de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguien en la Cannon debió disfrutar lo suficiente ese estupendo filme de terror y acción llamado "Carretera al infierno", protagonizado por el gran Rutger Hauer en 1986, para poder sugerir al mítico estudio de películas de serie B sacar adelante una película muy similar en su planteamiento inicial.
Teniendo en cuenta que a mí también me gustó la cinta de Robert Harmon y que esta "Pánico en el asfalto" contaba en su reparto nada más y nada menos que con actores como Mark Hamill y Robert Mitchum (además, aunque con menos nivel, el clásico de la acción ochentera Michael Dudikoff), mi interés por la película era más que evidente. Desgraciadamente, unos primeros títulos de crédito pobretones y llenos de nombres italianos en el equipo técnico y producción me hacía presagiar lo peor. Me equivoqué en parte, ya que la película no es desastrosa, pero me llenó menos de lo que deseaba.
El principal problema de la película reside en que parece estar hecha a trozos unidos de muy mala manera. A veces no se explica correctamente el motivo por el que un personaje u otro pasa de un punto A al punto B, por ejemplo. Sucede todo de forma arrebatada y los protagonistas de la historia se mueven por el entorno con una facilidad pasmosa, pudiendo encontrarse unos con otros en varias ocasiones cuando, aparentemente, unos segundos antes parecían estar a distancias kilométricas.
La puesta en escena también es algo decepcionante. Da la sensación de que la acción se desarrolle constantemente en el mismo trozo de carretera. Apenas existe vida en la zona, de manera inexplicable, tanto por otros vehículos que circulen en las carreteras, como de vecinos cercanos a los lugares donde pasan los personajes. Más llamativa aun es la ausencia de policías que se correspondan al nivel de la amenaza que representa el villano de la función. A esta puesta en escena también hay que sumarle el tramo en el hospital. De nuevo, pese a la amenaza y a la situación, no parece que en dicho hospital exista personal sanitario de ningún tipo, pacientes, etcétera.
Pero a pesar de esa desgana o falta de previsión en algunos aspectos, la cinta cuenta con algunos momentos interesantes. La presencia de caras conocidas siempres es un plus, y en este caso el personaje de Mark Hamill es el más interesante de todos, siendo una especie de preJoker psicótico como el que apenas dos años después doblaría para la excelente serie animada de Batman.
En resumen, estamos ante una cinta mal ejecutada en muchos momentos, que no consigue engancharte como debe, pese a disponer de algunos momentos medianamente logrados. Una pena.
Teniendo en cuenta que a mí también me gustó la cinta de Robert Harmon y que esta "Pánico en el asfalto" contaba en su reparto nada más y nada menos que con actores como Mark Hamill y Robert Mitchum (además, aunque con menos nivel, el clásico de la acción ochentera Michael Dudikoff), mi interés por la película era más que evidente. Desgraciadamente, unos primeros títulos de crédito pobretones y llenos de nombres italianos en el equipo técnico y producción me hacía presagiar lo peor. Me equivoqué en parte, ya que la película no es desastrosa, pero me llenó menos de lo que deseaba.
El principal problema de la película reside en que parece estar hecha a trozos unidos de muy mala manera. A veces no se explica correctamente el motivo por el que un personaje u otro pasa de un punto A al punto B, por ejemplo. Sucede todo de forma arrebatada y los protagonistas de la historia se mueven por el entorno con una facilidad pasmosa, pudiendo encontrarse unos con otros en varias ocasiones cuando, aparentemente, unos segundos antes parecían estar a distancias kilométricas.
La puesta en escena también es algo decepcionante. Da la sensación de que la acción se desarrolle constantemente en el mismo trozo de carretera. Apenas existe vida en la zona, de manera inexplicable, tanto por otros vehículos que circulen en las carreteras, como de vecinos cercanos a los lugares donde pasan los personajes. Más llamativa aun es la ausencia de policías que se correspondan al nivel de la amenaza que representa el villano de la función. A esta puesta en escena también hay que sumarle el tramo en el hospital. De nuevo, pese a la amenaza y a la situación, no parece que en dicho hospital exista personal sanitario de ningún tipo, pacientes, etcétera.
Pero a pesar de esa desgana o falta de previsión en algunos aspectos, la cinta cuenta con algunos momentos interesantes. La presencia de caras conocidas siempres es un plus, y en este caso el personaje de Mark Hamill es el más interesante de todos, siendo una especie de preJoker psicótico como el que apenas dos años después doblaría para la excelente serie animada de Batman.
En resumen, estamos ante una cinta mal ejecutada en muchos momentos, que no consigue engancharte como debe, pese a disponer de algunos momentos medianamente logrados. Una pena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una clara muestra del poco cuidado en el tratamiento de la película lo encontramos en ciertos momentos con Dudikoff. El personaje tiene una pierna lesionada y escayolada. Cuando interesa, puede correr sin problemas. Incluso al final aparece con un calzado del que no sabemos nada, cuando desde el comienzo lleva ese pie descalzo.
Mención especial a lo absurdo que es ver ese enorme sotano, almacén o lo que sea que tiene el hospital durante la pelea final. Hamill incluso saca de la nada un quad con el que intentar matar a Dudikoff.
La aparición de Mitchum es un mero cameo de apenas unos cinco minutos. En algún diálogo incluso parece que esté conversando con la pared. o con un figurante.
Mención especial a lo absurdo que es ver ese enorme sotano, almacén o lo que sea que tiene el hospital durante la pelea final. Hamill incluso saca de la nada un quad con el que intentar matar a Dudikoff.
La aparición de Mitchum es un mero cameo de apenas unos cinco minutos. En algún diálogo incluso parece que esté conversando con la pared. o con un figurante.