FA
colaborador
Media votos
4.7
Votos
4,230
Críticas
46
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Danny Ocean:
10
7.5
143,472
Ciencia ficción. Comedia. Fantástico. Aventuras
El adolescente Marty McFly es amigo de Doc, un científico al que todos toman por loco. Cuando Doc crea una máquina para viajar en el tiempo, un error fortuito hace que Marty llegue a 1955, año en el que sus futuros padres aún no se habían conocido. Después de impedir su primer encuentro, deberá conseguir que se conozcan y se casen; de lo contrario, su existencia no sería posible. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2011
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
1985 fue un gran año porque ocurrió algo, y ese algo fue el estreno de la extraordinaria película ‘Regreso al futuro’ y el descubrimiento de que un DeLorean, un popular coche americano de aquel entonces, podía utilizarse para viajar en el tiempo. Y es que apenas existen mejores películas de ciencia ficción hasta la fecha. Por supuesto, no hace falta decirlo –pero lo digo-, es la mejor de la trilogía.
Con un argumento relativamente convencional se nos presentaba una cinta que fue una auténtica revolución en la época. Trata de un adolescente, Marty, que viaja accidentalmente al pasado en una máquina del tiempo inventada por su amigo científico Doc -¿quién no tiene uno?-. Al transportarse en el tiempo impide el primer encuentro de sus padres, por lo que el joven deberá unirlos de nuevo o... ¡nunca nacerá! Inquietante, cuanto menos.
La película cuenta con un reparto de toma pan y moja. El protagonista absoluto, Marty McFly, es interpretado por Michael J. Fox, actor que explotó con este papel pero que también ha participado en películas como ‘Corazones de hierro’ (1989) o ‘Mars Attacks!’ (1996), por ejemplo. El otro protagonista es Doc, al que Christopher Lloyd dio vida. Lo podéis recordar de ‘Mi marciano favorito’ (1998) –horrorosa pero divertida- o ‘Man on the Moon’ (1999) –esta sí, peliculón-. Como secundarios de lujo contamos con Crispin Glover, recientemente aparecido en la oscarizada ‘Alicia en el país de las maravillas’ (2010), y Lea Thompson, como padre y madre de Marty. Al macarra de Biff Tannen lo interpreta Thomas F. Wilson y, a uno de sus amigos, Billy Zane, el “malo” de ‘Titanic’ (1997).
El director y guionista del film es el pluriempleado Robert Zemeckis, responsable de las magníficas ‘Náufrago’ (2000) –“¡señor Wilson, señor Wilson!”- y ‘Forrest Gump’ (1994) –tan dulce y deliciosa como una caja de bombones-, ambas protagonizadas por uno de los mejores actores en activo, el señor Tom Hanks. Zemeckis se llevó una nominación al Oscar por mejor guión original, que le fue arrebatado por el film ‘Único testigo’ de Harrison Ford, que en esta ocasión se comportó como Harry “El sucio”. Es broma, pero fue una auténtica injusticia.
La música, compuesta por Alan Silvestri, fue otro gran aspecto de la película. ¡Qué digo gran, grandísimo! Espectaculares melodías las que el compositor se sacó de la manga –o del piano, o quizás del clarinete, como acostumbra Woody Allen-. Como contó el director en su día, se creó una banda sonora grandiosa que consiguiera aportar amplitud a la película, que la conviertiera en algo sobresaliente. Además, se utilizaron canciones famosas de los años 50, como ‘The Power of Love’ o ‘Earth Angel’ –excelente, ésta-. La película fue nominada a cuatro Oscar y ganó, esta vez sí, el de mejores efectos sonoros. Algo es algo.
(Continúa en el SPOILER sin desvelar nada. Sólo se comentan algunas escenas no relevantes en el párrafo marcado con (*) )
Con un argumento relativamente convencional se nos presentaba una cinta que fue una auténtica revolución en la época. Trata de un adolescente, Marty, que viaja accidentalmente al pasado en una máquina del tiempo inventada por su amigo científico Doc -¿quién no tiene uno?-. Al transportarse en el tiempo impide el primer encuentro de sus padres, por lo que el joven deberá unirlos de nuevo o... ¡nunca nacerá! Inquietante, cuanto menos.
La película cuenta con un reparto de toma pan y moja. El protagonista absoluto, Marty McFly, es interpretado por Michael J. Fox, actor que explotó con este papel pero que también ha participado en películas como ‘Corazones de hierro’ (1989) o ‘Mars Attacks!’ (1996), por ejemplo. El otro protagonista es Doc, al que Christopher Lloyd dio vida. Lo podéis recordar de ‘Mi marciano favorito’ (1998) –horrorosa pero divertida- o ‘Man on the Moon’ (1999) –esta sí, peliculón-. Como secundarios de lujo contamos con Crispin Glover, recientemente aparecido en la oscarizada ‘Alicia en el país de las maravillas’ (2010), y Lea Thompson, como padre y madre de Marty. Al macarra de Biff Tannen lo interpreta Thomas F. Wilson y, a uno de sus amigos, Billy Zane, el “malo” de ‘Titanic’ (1997).
El director y guionista del film es el pluriempleado Robert Zemeckis, responsable de las magníficas ‘Náufrago’ (2000) –“¡señor Wilson, señor Wilson!”- y ‘Forrest Gump’ (1994) –tan dulce y deliciosa como una caja de bombones-, ambas protagonizadas por uno de los mejores actores en activo, el señor Tom Hanks. Zemeckis se llevó una nominación al Oscar por mejor guión original, que le fue arrebatado por el film ‘Único testigo’ de Harrison Ford, que en esta ocasión se comportó como Harry “El sucio”. Es broma, pero fue una auténtica injusticia.
La música, compuesta por Alan Silvestri, fue otro gran aspecto de la película. ¡Qué digo gran, grandísimo! Espectaculares melodías las que el compositor se sacó de la manga –o del piano, o quizás del clarinete, como acostumbra Woody Allen-. Como contó el director en su día, se creó una banda sonora grandiosa que consiguiera aportar amplitud a la película, que la conviertiera en algo sobresaliente. Además, se utilizaron canciones famosas de los años 50, como ‘The Power of Love’ o ‘Earth Angel’ –excelente, ésta-. La película fue nominada a cuatro Oscar y ganó, esta vez sí, el de mejores efectos sonoros. Algo es algo.
(Continúa en el SPOILER sin desvelar nada. Sólo se comentan algunas escenas no relevantes en el párrafo marcado con (*) )
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
No quisiera desaprovechar la ocasión de contar algunas de las curiosidades más sorprendentes del film, así que allá voy. Al principio, la máquina del tiempo iba a ser una nevera, pero la idea se descartó por considerarse peligrosa, pues algún niño –tarado, añadiría yo- podría intentarlo en casa. Es que los chavales ya no saben con qué entretenerse... Otro dato curioso es la frase con que Robert Zemeckis consiguió vender la película a los estudios Universal: "Es la historia de un chico que viaja al pasado y su madre se enamora de él" -qué morbosillo... tanto él como los pilluelos de la productora-. También es gracioso que en el guión original el perro de Doc Brown, Einstein, era un perrito caliente apodado “Hot Einstein”. Ahora en serio, era un mono llamado Shemp, que quizás hubiese resultado más divertido que ese maldito perro.
También es interesante que, en la escena en la que Marty conoce a su madre en el pasado, en la versión original –en “inglish pitinglish”- ella le llama por la marca de sus calzoncillos, ‘Calvin Klein’. En España, sin embargo, se refiere a él por ‘Levi Strauss’ debido a que la marca no era aún conocida. Lo mismo ocurrió en otros países, por lo que Marty acabó llamándose Levi Calvin Armani Strauss Jockey Klein. Como broche final, cabe destacar que la primera semana de rodaje se repitió porque fue grabada con un actor que no dio la talla -tal vez no alcanzaba a subir al DeLorean-. Así pues, todo lo rodado se tiró a la basura y se repitió con Michael J. Fox, que sí fue del agrado del realizador Zemeckis.
(*) Como incondicional absoluto de esta cinta, me veo en la obligación de explicar algunas de mis escenas favoritas. Por ejemplo, la secuencia en la que Marty, durante el baile, interpreta Earth Angel y Johnny B. Goode. De los momentos más entretenidos de la peli. Una escena destacable de ‘Regreso al futuro’ se encuentra justo cuando el joven –Marty, vamos- llega a 1955, instante en el que entra en una cafetería y pide una ‘Fanta’ –elegir entre naranja o limón ya hubiese sido excesivo-. El camarero le dice que eso no existe, por lo que entonces se decanta por pedir una ‘Pepsi sin’ –sin cafeína, entiéndase-. El barman, que no tenía su día más simpático, no estaba del todo acabado o, lo más probable, desconocía que en el futuro existiría ese brebaje, vuelve a responderle que allí se paga todo, que sin pagar no le sirve nada, ¡caramba! Finalmente, pide un café que no llega ni a tomarse. Seguramente se lo bebería el camarero al salir Marty del local. ¡Invita McFly!, pensaría el “jodío”.
Muchas cosas he contado y muchas otras me he dejado por contar pero, si tuviera que señalar lo mejor de la película, sin ningún tipo de duda, elegiría la invención del concepto “condensador del fluzo”. Qué sonoridad, qué fuerza, qué... todo.
Nos vemos en el futuro con una nueva crítica, aunque si cogéis la máquina del tiempo ahora nos vemos.
También es interesante que, en la escena en la que Marty conoce a su madre en el pasado, en la versión original –en “inglish pitinglish”- ella le llama por la marca de sus calzoncillos, ‘Calvin Klein’. En España, sin embargo, se refiere a él por ‘Levi Strauss’ debido a que la marca no era aún conocida. Lo mismo ocurrió en otros países, por lo que Marty acabó llamándose Levi Calvin Armani Strauss Jockey Klein. Como broche final, cabe destacar que la primera semana de rodaje se repitió porque fue grabada con un actor que no dio la talla -tal vez no alcanzaba a subir al DeLorean-. Así pues, todo lo rodado se tiró a la basura y se repitió con Michael J. Fox, que sí fue del agrado del realizador Zemeckis.
(*) Como incondicional absoluto de esta cinta, me veo en la obligación de explicar algunas de mis escenas favoritas. Por ejemplo, la secuencia en la que Marty, durante el baile, interpreta Earth Angel y Johnny B. Goode. De los momentos más entretenidos de la peli. Una escena destacable de ‘Regreso al futuro’ se encuentra justo cuando el joven –Marty, vamos- llega a 1955, instante en el que entra en una cafetería y pide una ‘Fanta’ –elegir entre naranja o limón ya hubiese sido excesivo-. El camarero le dice que eso no existe, por lo que entonces se decanta por pedir una ‘Pepsi sin’ –sin cafeína, entiéndase-. El barman, que no tenía su día más simpático, no estaba del todo acabado o, lo más probable, desconocía que en el futuro existiría ese brebaje, vuelve a responderle que allí se paga todo, que sin pagar no le sirve nada, ¡caramba! Finalmente, pide un café que no llega ni a tomarse. Seguramente se lo bebería el camarero al salir Marty del local. ¡Invita McFly!, pensaría el “jodío”.
Muchas cosas he contado y muchas otras me he dejado por contar pero, si tuviera que señalar lo mejor de la película, sin ningún tipo de duda, elegiría la invención del concepto “condensador del fluzo”. Qué sonoridad, qué fuerza, qué... todo.
Nos vemos en el futuro con una nueva crítica, aunque si cogéis la máquina del tiempo ahora nos vemos.